Un chaparro del arconocal, con las barbas al aire
Por Esperanza Cabello
Dicen que las barbas del chaparro denotan la buena calidad del aire en el que viven, y tenemos la suerte de vivir en un paraíso natural en el que no es difícil encontrar un chaparro con sus barbas al viento.
Esta fotografía, tomada hoy mismo en el alcornocal, demuestra que nuestro bosque es una de las cosas más valiosas que tenemos, nos da vida, nos da energía, nos da riqueza... y buena calidad del aire.
En realidad estas "barbas" de chaparro son unos líquenes (simbiosis entre hongo y alga), llamados Usnea (gracias a Eduardo por reconocerlos y recordar los nombres científicos de las plantas), y nos las prometíamos muy felices yendo a buscar su especie, pero hemos visto, con asombro, que existen al menos 451 especies de Usnea (en este enlace), por lo que lo dejaremos así: Usnea spp.
De todas formas hemos encontrado una descripción de la Usnea filipendula escrita por el biólogo Miguel Ángel LópezVarona en su blog que nos ha parecido magnífica (en este enlace).
Las barbas del chaparro tienen propiedades antibióticas, según hemos podido saber, pero aquí tradicionalmente las usaban las gentes del campo para curar las grietas de los pies, colocándolas como una especie de plantillas, dentro de los zapatos.
En la actualidad los líquenes de los chaparros del alcornocal indican la buena calidad de nuestro aire, pues al no tener raíces toman los nutrientes de la atmósfera, y si el aire está contaminado se va acumulando en el talo del líquen hasta que muere.
Y da gusto ver esas barbas tan frondosas con esos talos al viento. Respiremos tranquilos 😀
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario