La elegía de Emilio Vázquez Sarmiento

 

Por Esperanza Cabello

Hace trece días hizo cinco años que nuestra madre murió, y en esa ocasión le escribimos una carta muy cercana y muy familiar que el bosqueño Emilio Vázquez Sarmiento leyó en el muro de nuestro amigo Manuel Pérez Trastoy, que la había compartido.

Y esta semana hemos recibido un correo muy cariñoso y, para nosotros, muy emocionante. Emilio, a quien todos conocemos por sus escritos, sus rimas, sus elegías y su blog "Odas lugareñas" (en este enlace), que maneja con maestría desde hace muchos años.

Precisamente en el archivo de nuestro padre hay varios poemas de Emilio Vázquez, y habíamos tenido la ocasión de interesarnos por este escritor bosqueño en anteriores ocasiones.

Nos ha parecido realmente entrañable, Emilio es capaz de convertir en poesía las pequeñas cosas de cada día, un hombre familiar y amistoso como él debió de disfrutar en más de una ocasión con nuestro padre, y seguro que los dos estuvieron tan a gusto en esa comida de la que nos habla. Era una tradición familiar deliciosa comer pollo en el Stop, siempre sabroso y siempre con todo el cariño con el que recordamos a María y a su familia. 

Y seguro que si Emilio llevaba como obsequio  una moneda para nuestro padre, Manolo Cabello se pondría contentísimo, conocedor y coleccionista como era.

Nos faltan las palabras para agradecer a Emilio el detalle que ha tenido con nosotros, no solo por sus palabras de felicitación, sino por ese "pequeño recuerdo" que ha traído a nuestra memoria tantos buenos momentos de disfrute familiar.

¡Gracias, Emilio, y enhorabuena por escribir como lo haces!

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