martes, 11 de diciembre de 2018

Los versos de tito Leandro



Por Esperanza Cabello

Hace unos años (en este enlace) nos pusimos en contacto con la responsable de la biblioteca del Real Centro Universitario del Escorial, doña María Paz Alonso Campos, pidiéndole información sobre los trabajos de nuestro tío Leandro Izquierdo había hecho durante sus años de estudios y que habíansido seleccionados y publicados en la revista del centro.
Muy amablemente doña María Paz nos envió todos esos trabajos, unos deliciosos trabajos de unjoven ubriqueño de pluma ágil, inteligencia despierta y sensibilidad lírica muy desarrollada.
Uno de ellos, publicado en el Tomo 6 de la Segunda Época, en la página 72, es "Triana, novia del cielo", que a continuación publicamos y que queremos dedicar no solo a nuestro tío, deseándole lo mejor, sino también a su hermana María Remedios, que hoy es el día de su cumpleaños, y seguro que disfrutó con estas poesías de su querido hermano.








Triana: barrio del brillo

de pulidas lentejuelas.

Tiene solo una palabra

que es el eco de una estrella.

Se corona de luceros.

Se viste de primavera

¡Si es el bello relicario

que guarda a la Macarena!

Esa Virgen que, al mirarla,

nos hace sentir sus penas.

Esa Virgen a quien cantan

los gitanos sus saetas.

***

Unas voces, unas palmas;

un ambiente de taberna, y,

entre los palmas y gritos,

se oye el vibrar de unas cuerdas

de una guitarra que llora

y se desgarra de pena;

un gitano “aficionao”

que canta por “Canalejas”

con alegrías a «Cái»

que son risas lastimeras.

Junto a él, una gitana

que baila y caracolea

con «vestío» de volantes

y en la cabeza una peina

adornada de claveles

rojos, de sangre morena;

labios “requetepintaos”.

Baila y baila, dando vueltas,

y los gitanos se excitan

y la aplauden, y la alegran…

* * *

Una guitarra que llora

y se desgarra de pena…

***

Oscurece, y en el cielo

se oye el canto de una estrella,


y en la taberna, el llorar

de una guitarra, ya vieja,

con cinco cuerdas cansadas

de tanto gemir de pena.

Un gitanillo trianero

gesticula y se lamenta

Cantando una “colombiana”

a la vez que taconea.

Manzanilla y aceitunas

se derraman por las mesas;

huele a mosto y aguardiente:

como huele una taberna.

Triana, es siempre Triana:

luces y cantos de ferias.

Cuando canta, canta fuerte;

canta como la primera.

Y, …cuando llora Triana,

llora con la Macarena.

***

Un silencio que es suspiro

hay de noche en las callejas.

El gitano y la gitana

se aman en la callejuela,

y en el cielo se enamoran

un lucero y una estrella.

Él se marcha, a cada paso

vuelve hacia atrás la cabeza

hasta que una esquina corta

el idilio de la escena…

***

Al llegar la media noche

aún siguen en la taberna

los llantos de la guitarra,

cante “jondo”, luz y juergas…

***

Mientras llora una guitarra

canta en el cielo una estrella.



LEANDRO IZQUIERDO, 1954




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