Dos imágenes del San Antonio antes de su restauración
Por Esperanza Cabello
Hoy es un día muy celebrado en la mayoría de las familias de nuestro entorno: San Antonio, uno de los santos más populares y apreciados tradicionalmente de nuestro santoral.
Queremos aprovechar la oportunidad para mandar nuestra felicitación a todos los Antonio y Antonia de nuestra familia y de nuestro entorno, a nuestros primos y sobrinos, a nuestros amigos, a los que ocupan nuestros recuerdos,a nuestra prima Antonia Mari, a nuestros primos Antonio Izquierdo y Antonio Sanz... y a tantos otros.
También es el momento de recordar a tantas personas queridas que ahora nos sonríen desde el cielo, a la bisabuela Antonia, a nuestro padrino Antonio, a tito Antonio, a la bisa Antoñita y a todos los que hemos conocido y querido.
Para nuestros vecinos de El Bosque es un día muy grande, las fiestas patronales, muy festejadas y muy visitadas. Y para los vecinos de Ubrique... Tenemos el San Antonio custodiándonos y embelleciendo el pueblo desde tiempo inmemorial, pero, en contra de lo que muchos podríamos creer, nuestro San Antonio no siempre ha sido como lo vemos actualmente.
Se supone que en origen sería una mezquita, no en vano nuestros predecesores fueron árabes desde el siglo octavo hasta el siglo quince. Sobre ella se construyó un templo cuya fachada estaba justamente en su parte trasera, y esa fachada era simple y cuadrada, con tres ventanas y un pequeño campañario.
Solo conocemos estas dos imágenes de aquella antigua torre, la primera de la litografía de 1875, Pintado y litografíado del natural por S. Scherzinger.
Litografía Alemana. Cádiz (en este enlace).
La segunda es una fotografía recuperada por don Francisco García Parra que nuestro padre utilizó en una de sus publicaciones (en este enlace).
Y por una de esas casualidades de la vida, en 1886 la torre del San Antonio fue restaurada, "de chamba", que diríamos los ubriqueños. Porque en realidad el ayuntamiento había comprado un reloj para la fachada de las Casas Consistoriales, pero al no ser apropiado para esta fachada se decidió colocarlo en la torre del San Antonio, quedando tal y como lo conocemos actualmente:
El caso es que el reloj, tal y como lo conocíamos, estaba en la fachada del San Antonio desde 1886. En principio iba a ser colocado en el Ayuntamiento, pero su fachada principal, en aquel entonces, estaba un poco deteriorada y no podría soportar el peso de la maquinaria del reloj. Según Ana María Benítez, la corporación municipal decidió entonces : "... la restauración de la fachada en 1886, acometida con la intención de ubicar en ella un reloj... En la navidad de 1886 se hicieron los preparativos. La torre se ordenó con una decoración de banderas y para que se viera bien el reloj se iluminó con lámparas de carburo... El reloj fue comprado a plazos a la casa cordobesa "Pascual de Gregorio y Compañía", y para esta compra se habían destinado dos mil quinientas pesetas. Como curiosidad, cabe decir que posee el mismo diseño y estilo que el que se encuentra en el Big-Ben de Londres."
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