lunes, 6 de agosto de 2012

Elcano en el corazón

El muelle de Cádiz desde la Casa de las Cuatro Torres
Fotografía de Luis Eduardo Rubio Bernal


 Por Esperanza Cabello
Fotografías: Luis Eduardo Rubio
                   Esperanza Rubio

La pasada semana tuvo lugar en Cádiz un acontecimiento extraordinario: La Gran Regata 2012.
Goletas, veleros, bergantines y medio centenar de embarcaciones se dieron cita en nuestra ciudad durante unos días, organizando el ayuntamiento de la capital todo tipo de actividades coincidiendo con este evento.
Nosotros fuimos unos grandes afortunados porque pudimos pasearnos tranquilamente por los más grandes (los de tipo A), que estaban en el muelle comercial durante las horas de visita, escogiendo cuidadosamente las horas de menos afluencia y sin tener que esperar.
Los más simpáticos, los ecuatorianos del Guayas. Los más atentos, los portugueses. Los más elegantes, los italianos del Americo Vespucci. Los más organizados, los rusos del Mir (paz).
Pero sin duda la impresión más grande es la que sientes con el Juan Sebastián de Elcano, nuestro buque escuela.


El Buque-Escuela español Juan Sebastián de Elcano

 Hace ochenta años que en este buque se forman los oficiales de la Armada. Fue botado en Cádiz en marzo de 1927, y su primer viaje lo hizo de Cádiz a Málaga, con el rey Alfonso XIII a bordo.
Desde entonces este bergantín de cuatro palos es uno de los símbolos de la marina española y su trayectoria está íntimamente ligada a Cádiz.




Despedida de Elcano el 29 de julio de 2012
Durante la Gran Regata

 El domingo asistimos a la despedida de los grandes veleros desde el muelle de Cádiz. Recordábamos haber asistido en diversas ocasiones a esta despedida, a nuestro padre le entusiasmaban, curiosamente, todas estas actividades y el mundillo marino. 
En más de una ocasión habíamos ido incluso un poco a la fuerza, pero el interés de nuestro padre y lo realmente impresionante de las maniobras de desatraque, además de los emotivos adioses habían hecho que resultara todo un espectáculo.
A nuestro padre le gustaba aún más cuando los marineros empezaban a cantar la Salve Marinera.



Los oficiales y futuros oficiales formando para la despedida
Aunque en las fotografías no se distinguen, pudimos ver varias chicas también

 En esta ocasión, y a pesar de que no hubo ni Salve Marinera ni trabajos en los mástiles, la despedida del Juan Sebastián de Elcano nos emocionó terriblemente. A pesar de que sabíamos que estaban despidiéndose para el paseo a Cortadura y la salida a Galicia por la tarde, tuvimos un recuerdo para todos los que, ligados al mar, al barco y a nuestra memoria, están ahora muy lejos.


Es el momento de decir adiós, las sirenas empiezan a atronar, los marinos a saludar
y los del muelle a sacar sus pañuelos...


El Juan Sebastián de Elcano sale el primero del muelle de Cádiz, y nosotros nos despedimos de él sin poder evitar tener un recuerdo, sobre todo

 de David, que estuvo un año entero en el velero y que por primera vez este año no lo verá. Siempre nos recordará a nuestro primo este gran velero.

 Y de este marinero de "pacotilla", al que le gustaban muchísimo los barcos, a pesar de ser de la sierra y de haber visto el mar solo de lejos, mientras hacía la mili al otro lado del Estrecho.
 El bergantín-goleta empieza a desplegar sus alas al salir por la bocana del puerto

Una vez que el Elcano empezó a salir del muelle comenzó la danza pausada y muy organizada de la salida de los otros veleros; el Américo Vespucci fue el segundo, los remolcadores no paraban de ir y venir desde la Punta de San Felipe. Algunos barcos no necesitaban ayuda, por tener una hélice lateral, pero los otros fueron saliendo poquito a poco por la bocana del puerto, donde los esperaban cientos de embarcaciones de todos los tamaños. 
¡Empieza el espectáculo!


La Punta de San Felipe era un hervidero de gente esperando a ver los barcos salir 

 El bergantín español desplegó su velamen a la salida del puerto. Eran muchísimos los gaditanos que esperaban para despedir a los veleros y hacer sus mejores fotos. En el blog de Manuel podemos ver un magnífico reportaje de la Gran Regata y la salida de los barcos desde la Punta de San Felipe.



Cientos de pequeñas embarcaciones acompañando a los Grandes Veleros


A nosotros no nos daba tiempo de ir a la Punta de San Felipe,  porque nos quedamos viendo cómo salían los demás veleros, y tuvimos la satisfacción de ver cómo los tripulantes del Guayas sí que hacían la maniobra sobre  los mástiles y el velamen.
Después nos fuimos a la Alameda, desde allí el panorama era extraordinario, el Elcano se aproximaba pausadamente al faro de las Puercas, rodeado por un enjambre variopinto de barcos de vela y motoras.


Poquito a poco el Elcano sigue su marcha, rodeado de amigos y admiradores



 Todo el cortejo cruza ante un público entusiasmado



Por fin atraviesan la zona más delicada que señala el faro de las Puercas





En esta despedida seguimos a los barcos en su paseo abrazando a Cádiz



Por fin van llegando a mar abierto, el Atlántico los espera



El Juan Sebastián de Elcano frente a la playa Victoria

Varios días antes de la salida hacia La Coruña, el Juan Sebastián de Elcano se había dado un paseíto frente a las playas de Cádiz, en esa ocasión iba solo, sin otros grandes veleros ni el centenar de embarcaciones que lo acompañaban el domingo, y pudimos disfrutar de su recorrido hasta Cortadura.
Nos sentimos afortunados de haber podido asistir a este magnífico espectáculo y estamos seguros de que, como dice Memi, es una de las mayores alegrías encontrarte al Juan Sebastián de Elcano en cualquier puerto del mundo,  porque en este velero se esconde un trocito del corazón de Cádiz.


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