Aceitunas preparadas para comenzar el trabajo
En este enlace está la receta completa
Por Esperanza Cabello
Se acerca una buena época para las recetas tradicionales, aliñar las aceitunas, asar boniatos, hacer jabón, preparar carne de membrillo, hacer mermeladas y mil cosas más.
Este año aún no ha llovido, y eso que estamos a finales de septiembre, y por eso las aceitunas de los olivares están todavía secas y no pueden recogerse, pero los olivos que están en las pequeñas parcelas y reciben un poquito de agua ya están dando lo mejor de ellos mismos.
Por eso comenzamos al temporada de aceitunas con estas preciosidades que nos ha traído nuestro amigo Juande, es toda una alegría recibir regalos de este tipo, y poder comenzar con las rutinas de otoño.
Muy contentos, hemos protegido nuestra cocina con unas bolsas de plástico (como hacía nuestra madre), hemos buscado el mazo de las aceitunas, que ya tiene, al menos, tres generaciones, y nos hemos dispuesto a ir partiéndolas.
Ya nos habían avisado de que, después de la muerte de un ser querido, los primeros tiempos son los peores: la primera vez que ves una peli sin él, el primer cumpleaños, el primer paseo por el campo sin él, las primeras reuniones familiares, las primeras fiestas...
Lo que nunca se nos hubiera ocurrido es que la primera vez que partiéramos aceitunas sin Manolo iba a ser tan difícil. En nuestra familia la tradición "aceitunera" viene de siempre, nuestros abuelos tenían un olivar que a su vez era de sus abuelos y más tarde ha sido de nuestros padres y ahora, de los de nuestra generación. Así que partir y aliñar aceitunas es una costumbre y una tradición. Cuando nuestra madre vivía ella era la encargada, o las tías, después, ya mayor, pedía a sus nietos Serafín o Julia una ayudita para partirlas allí en el campo.
Incluso compramos un artefacto partidor de aceitunas que se las prometía muy felices, pero que no nos servía.
El caso es que, una vez preparadas, la segunda tradición es repartirlas en la familia, a todos nos encantan, y las anunciábamos en el grupo de los hermanos: "Ya están aliñadas las primeras de este año." Normalmente Manolo era de los primeros en contestar y de los primeros en acudir a la llamada.
Y hoy, partiendo aceitunas, hemos dado más de mil doscientos mazazos en la tabla (a veces el toc de contar la comida nos puede), enfadados porque Manolo no podrá acudir a la llamada de este año, pero también, ya más tranquilos, felices porque las cosas simples, las costumbres familiares, la comidas tradicionales y los recuerdos son los que unen a las familias.
Afortunadamente aún hay muchos familiares con los que compartir las aceitunas, que empezaremos a repartir dentro de unas semanas, cuando se hayan endulzado lo suficiente, con agua de los Veinte Pilares que Eduardo nos ha recogido y unos buenos puñados de sal de la de Vicente.
Ya las hemos dejado dentro de su cántara (ahora de plástico, antes eran tinajas de barro), cubiertas de agua sin cloro, sal y hojas de laurel para que no se forme una capa de verdín. Repetiremos varias veces la operación, hasta que por fin estén listas para aliñarlas con su ajo, su pimiento verde y su sal.
En este enlace de 2012 tenemos la receta completa de las aceitunas partidas a la ubriqueña.
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