miércoles, 26 de noviembre de 2014

Un trocito de Ubrique en Sevilla

 El Taller del Curtidor
Museo de Artes Populares, Sevilla
Gentileza de Lupe Quirós Sánchez de Medina


Por Esperanza Cabello

Hoy traemos un trocito de nuestra historia guardada en un museo. Ya hemos hablado con anterioridad de este museo (en este enlace) y de estos objetos (en este otro). Pero hoy nuestra prima Lupe ha tenido la amabilidad de enviarnos estas fotografías, explicando que estuvo haciendo turismo en Sevilla y encontró en el Museo de Artes Populares (en el Parque de María Luisa) varias salas de homenaje y recuerdo a  Ubrique.


 Jarra de hojalata proveniente de Ubrique
Fotografía de Lupe Quirós Sánchez de Medina


 El Museo de Artes Populares de Sevilla fue creado a principios de los años setenta por don Salvador de Sancha, su primer director. En los primeros años hubo cientos de donaciones solidarias y satisfechas de cientos de ciudadanos que querían preservar sus recuerdos y sus pequeños tesoros.
La relación, primero profesional y después de amistad de  don Salvador de Sancha y Manuel Cabello; y la admiración del prestigioso sevillano por nuestro pueblo, hicieron posible que Ubrique y sus tradiciones estuvieran representados en el naciente museo.
Don Salvador adquirió para el mismo muchos objetos, entre ellos todo el utillaje de una antigua viña (más tarde adquiriría otra viña, también en Ubrique, para el Museo de Artes Populares de Jaén), piezas de hojalata (la hojalatería era una industria floreciente en Ubrique hace un par de siglos) y diversos objetos de uso diario.



 Jarra de hojalata de Ubrique
Sello de 1918
Fotografía de Lupe Quirós Sánchez de Medina


Cuando en 1971 Manuel Cabello montó una exposición antológica  con objetos antiguos y piezas arqueológicas, incluyó en la muestra una sala de curtidos con el utillaje que habían cedido dos antiguos curtidores de Ubrique: don Manuel Rojas y don Miguel Romero. Don Miguel había enviado un auténtico trozo de cuero curtido en Ubrique, que él mismo conservaba para hacer medias suelas.
A la exposición fueron invitados todos los ubriqueños y muchas personalidades. Y también colaboraron muchísimas personas, aportando objetos y conocimientos. Se trató de un acontecimiento muy comentado. (Pinchar en este enlace para verla).
Cuando don Salvador vio la exposición propuso a nuestro padre y a los dos antiguos curtidores adquirir el utillaje para dedicar en el museo de Sevilla una sala a Ubrique, y todos estuvieron de acuerdo en que era un verdadero honor ceder al museo una parte de las antiguas curtidurías, siempre que en Ubrique se quedara un taller de curtidor completo.



Taller de curtidos reproducido en el Museo de Artes Populares de Ubrique
Donación de don Miguel Romero, don Manuel Rojas y don Manuel Cabello
Fotografía de Lupe Quirós Sánchez de Medina

 Así que desde 1971, y gracias a estas personas tan conscientes del verdadero valor de estas piezas, se recuperaron para siempre dos talleres de curtidos ubriqueños: el que quedó para la posteridad en el Museo  de Artes Populares de Sevilla y el que se ha conservado hasta hace un par de años en el CEIP Reina Sofía y que actualmente está en el Museo de la Piel de Ubrique.
Para nosotros es un orgullo que nuestro padre colaborara en la creación de esta sala en el museo sevillano y aún actualmente, cuando vemos la piel curtida que está a la derecha en la fotografía, recordamos a Miguel Romero contando cómo se hacía él mismo las medias suelas de sus botines con esta piel de vaca que había curtido él mismo y que tuvo la satisfacción de donar, en su propio nombre y en el los ubriqueños, al museo sevillano.



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