martes, 4 de junio de 2013

Carta abierta de Tito Pepe

 Los hermanos Cabello en 1936
Julia, Joaquina, Manolo y Pepe
 
 
Por José María Cabello Janeiro 
 
 
 
Querida sobrina:
  Al cumplirse ya los !trece años! del fallecimiento de tu padre, mi hermano Manolo, quiero unirme con estas letras al permanente recuerdo de su presencia que mantenéis en el blog familiar, al que me uno con este escrrito.
  Lo curioso es que superada ya-que todo lo cura el tiempo- la tristeza de su partida, ahora su memoria nos llena de gozo al considerar un regalo los años que vivió con nosotros.Cualquier detalle de su vida, las anecdotas que se nos amontonan a los que más cerca estuvimos de él  y -sobre todo- la copiosa obra literaria que consiguió en tan breve espacio de tiempo, consiguieron que toda su vida fuese un verdadero y constante magisterio didáctico, del que todos sus hijos y hermanos hemos de tomar ejemplo.
  Tu padre fué inteligente, ingenioso, investigador curioso, que supo redescubrir todo el patrimnio histórico e industrial de Ubrique y un excelente comunicador.
Pero -sobre todo- fué un hombre justo, un hombre bueno. De los que la Biblia -nuestro libro sagrado- dice que su memoria permanecerá para siempre.
  También ha sido motivo de gozo que al fin las Autoridades  hayan reconocido su persona y su obra, con la medalla que os otorgaron con motivo del Día de Andalucía. Y es que el paso del tiempo ha limado asperezas y ha ensanchado miradas miopes que no pudiendo obviar la gran obra realizada, quisieron pretender minusvalorar a su persona.Un pequeño empujón nos falta para que el recuerdo a tu padre  sea popular y permanente.
Porque en una ciudad de contrastes,como es Ubrique, nos parece curioso que exista una plaza dedicada a la Misión Rescate y que no exista una referencia siquiera a su creador Don Manuel Cabello Janeiro.
  Lo que me llama más la atención de tu padre era su amor a lo difícil y su preferencia por conseguir cualquier objetivo con los medios mas inesperados. El se educó como interno en el Colegio de los Escolapios de Sevilla.Y aprobó el ya difícil examen de estado en Madrid.
Por cierto que ahora le haría reir saber que -también- mis tres nietos estudian con los mismos religiosos. Pero en Pozuelo de Alarcón, por donde anda la famosa urbanizacion "la finca" y los jugadores del Madrid.Con razón se conoce popularmente como los "Escolapijos".
  Y muchas de sus buenas cualidades ya las ejercitó de niño. Por ejemplo su labor empresarial, pese a que el crack de la marroquinaria en los años sesenta se llevase por delante la petaquería que heredó del abuelo.
 Mientras él estaba de interno en Sevilla, yo estaba tambien interno, pero en el Seminario de Málaga. Establecimos una relación epistolar permanente. Yo le remitia mis traducciones del latin que él comercializaba entre sus compañeros.. Y él me enviaba la Revista Calasancio que me permitía conocer las unicas  noticias deportivas que se permitían en aquel duro retiro.
  No entiendo mi ya largo periplo vital !escalados ya los ochenta! sin la sombra complementaria de mi hermano, al que estuve siempre tan unido.
!Cuidad -como venís haciendo- a vuestra madre, que sigue siendo  uno de los mejores archivos vivos. Y no dejeis nuestro blog, que me tiene absolutamente enganchado.
  Os quiero mucho. Besos y achuchones de vuestro tio Pepe.
 
 
 
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