Hemos encontrado en internet un reportaje sobre la fabricación de los sombreros de fieltro (en esta página) de que hemos entresacado los datos que nos ayudarán a hacernos una idea de cómo se fabricaban los sombreros en Ubrique. Son los siguientes:
"Durante la fase inicial de la fabricación de sombreros de fieltro se prepara un primer bastido; las pieles, generalmente de conejo, liebre y castor, se trabajan convenientemente en la máquina sopladora, que mezcla los pelos; éstos pasan a la máquina apelmazadora, donde, mediante chorros de agua caliente, se peinan y el fieltro, todavía no acabado, adquiere la típica forma de campana
Antes de recibir el tinte, el bastido de fieltro debe adquirir la consistencia necesaria; esto se logra mediante las operaciones de abatanado y alisado (a la izquierda) y el enfurtido ( en el centro).
Después de estas operaciones el bastido está en condiciones de recibir el teñido y acabado. En el depósito de tinte ( a la derecha) el fieltro permanece en ebullición en un baño del colorante adecuado durante cierto tiempo
El acabado de los sombreros de fieltro comprende de sesenta a setenta operaciones que van desde el modelado (a la izquierda) hasta la fula, el planchado (centro), el toscado (derecha) y el repaso final.
Operaciones accesorias, pero que siempre se realizan en una sección del taller de sombrerería, son los últimos toques y el aditamento de detalles ornamentales mediante los cuales el sombrero se adapta a la línea señalada por la moda.
Para la fabricación del fieltro, se emplea, generalmente, pelo de conejo doméstico o salvaje, de liebre y de castor, convenientemente seleccionado y mezclado en una máquina soplosa ( o sopladora). El pelo así mezclado, unido a veces con otras fibras, se pesa para formar unidades ( cada una de las cuales es la cantidad suficiente para elaborar el fieltro de un sombrero); después pasa a una máquina de apelmazar, que aspira el pelo y, a través de un juego de tambores y aspas dotados de un movimiento giratorio vertiginoso, lo proyecta sobre un cono metálico con perforaciones muy finas, provisto de un aspirador, capaz de mantener el pelo sólidamente unido al mismo cono. Distribuido de una manera uniforme sobre el cono giratorio, se lanza contra el pelo un chorro de agua caliente para peinarlo; la lámina así obtenida, llamada Bastido, se introduce posteriormente en las máquinas de abatanar y alisar, operaciones que dan al fieltro una primera consistencia. Después de esta operación, el bastido pasa a las máquinas de enfurtir que, en distintas fases, reducen el fieltro a un estado más compacto y resistente; en este momento se obtiene el verdadero fieltro, dispuesto ya para las operaciones siguientes de tinte y acabado. A esta etapa de la elaboración sigue, por lo general, el teñido del sombrero (en algunos tipos es posible realizarlo directamente sobre el pelo en la operación de enfurtir). , mediante su ebullición en un baño de colorante con mecanismos apropiados para que el color penetre profundamente en el fieltro. Los sombreros teñidos pasan sucesivamente al modelado, a la prensa, al planchado y al acabado final, para recibir después solamente los últimos toques y el adorno. La elaboración de un sombrero de fieltro precisa un total de sesenta operaciones".
Suponemos que a principios del siglo pasado la fabricación de los sombreros era absolutamente artesanal, así que esas sesenta operaciones se hacían a mano, con meticulosidad y garantía.
"Durante la fase inicial de la fabricación de sombreros de fieltro se prepara un primer bastido; las pieles, generalmente de conejo, liebre y castor, se trabajan convenientemente en la máquina sopladora, que mezcla los pelos; éstos pasan a la máquina apelmazadora, donde, mediante chorros de agua caliente, se peinan y el fieltro, todavía no acabado, adquiere la típica forma de campana
Antes de recibir el tinte, el bastido de fieltro debe adquirir la consistencia necesaria; esto se logra mediante las operaciones de abatanado y alisado (a la izquierda) y el enfurtido ( en el centro).
Después de estas operaciones el bastido está en condiciones de recibir el teñido y acabado. En el depósito de tinte ( a la derecha) el fieltro permanece en ebullición en un baño del colorante adecuado durante cierto tiempo
El acabado de los sombreros de fieltro comprende de sesenta a setenta operaciones que van desde el modelado (a la izquierda) hasta la fula, el planchado (centro), el toscado (derecha) y el repaso final.
Operaciones accesorias, pero que siempre se realizan en una sección del taller de sombrerería, son los últimos toques y el aditamento de detalles ornamentales mediante los cuales el sombrero se adapta a la línea señalada por la moda.
Para la fabricación del fieltro, se emplea, generalmente, pelo de conejo doméstico o salvaje, de liebre y de castor, convenientemente seleccionado y mezclado en una máquina soplosa ( o sopladora). El pelo así mezclado, unido a veces con otras fibras, se pesa para formar unidades ( cada una de las cuales es la cantidad suficiente para elaborar el fieltro de un sombrero); después pasa a una máquina de apelmazar, que aspira el pelo y, a través de un juego de tambores y aspas dotados de un movimiento giratorio vertiginoso, lo proyecta sobre un cono metálico con perforaciones muy finas, provisto de un aspirador, capaz de mantener el pelo sólidamente unido al mismo cono. Distribuido de una manera uniforme sobre el cono giratorio, se lanza contra el pelo un chorro de agua caliente para peinarlo; la lámina así obtenida, llamada Bastido, se introduce posteriormente en las máquinas de abatanar y alisar, operaciones que dan al fieltro una primera consistencia. Después de esta operación, el bastido pasa a las máquinas de enfurtir que, en distintas fases, reducen el fieltro a un estado más compacto y resistente; en este momento se obtiene el verdadero fieltro, dispuesto ya para las operaciones siguientes de tinte y acabado. A esta etapa de la elaboración sigue, por lo general, el teñido del sombrero (en algunos tipos es posible realizarlo directamente sobre el pelo en la operación de enfurtir). , mediante su ebullición en un baño de colorante con mecanismos apropiados para que el color penetre profundamente en el fieltro. Los sombreros teñidos pasan sucesivamente al modelado, a la prensa, al planchado y al acabado final, para recibir después solamente los últimos toques y el adorno. La elaboración de un sombrero de fieltro precisa un total de sesenta operaciones".
Suponemos que a principios del siglo pasado la fabricación de los sombreros era absolutamente artesanal, así que esas sesenta operaciones se hacían a mano, con meticulosidad y garantía.
1 comentario:
Hola
estoy interesada en sombreros de boyasence y llanero en la linea economica por favor en viar cuanto antes al correo jazminquinterof@hotmail.com y/o al 313-2051349 le escribo desde Villavicencio -Meta
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