La casa de la familia Bohórquez
en los Bujeos Altos
Fotografías: Manolo Cabello
Hay amistades familiares que, sin darnos cuenta, se traspasan de padres a hijos y, de repente ,nos encontramos con que somos amigos de los hijos de los amigos de nuestros padres. Ese es el caso de nuestro hermano Manolo, que ha sido siempre amigo de Miguel y Paco Bohórquez, hijos de un buen amigo de nuestro padre, Miguel Bohórquez.
Manuel Cabello (padre) y Miguel Bohórquez (padre) fueron amigos desde su más tierna infancia. Crecidos en el Ubrique de la posguerra, con aficiones y vidas similares, continuaron su amistad muchos años. Nuestro hermano Manolo, a su vez, siempre ha sido amigo de Miguel y Paco Bohórquez, desde que eran estudiantes. Nuestra amistad con Pedro ha surgido posteriormente. Siendo compañeros de profesión hemos tenido la oportunidad de trabajar juntos.
Esa amistad ha seguido con los años y este fin de semana Manolo ha ido a hacer una visita a su amigo Paco al "Bujeo de los Bohórquez".
El Bujeo de los Bohórquez
fachada trasera
El Bujeo de los Bohórquez es una preciosa cortijada muy cerca del pueblo, en la zona de los Bujeos. Pertenece a la familia Bohórquez desde hace muchos años, en 1920 el abuelo Miguel hizo construir una hermosa casa de dos plantas al estilo de los cortijos antiguos. Actualmente se mantiene casi como entonces, la familia ha respetado minuciosamente tods los detalles de la época. Llama la atención la gran chimenea, el escritorio que hay a la entrada para "hacer los tratos", la cocina económica, el horno... incluso hay aparatos de gimnasia que tienen casi cien años.
Además la vista y la situación son envidiables.
Pero lo que sigue llamando la atención, a pesar de haberlos vistado algunas veces, son las ruinas romanas del siglo I o II que hay allí mismo. Los restos de una villa romana, de un mausoleo, de varias construcciones que nos dicen que allí vivió mucha gente hace dos mil años.
El impluvium de los Bujeos
El Mausoleo de los Bujeos
LLama la atención la disposición de los sillares
Las construcciones se conservan increiblemente bien,
a pesar de los años y el abandono
Realmente un tesoro enmedio de la cortijada. Hubo elementos arquitectónicos que fueron aprovechados para construir, y las edificaciones se conservaron relativamente bien. Parece que se hcieron algunas obras para reaprovechar los espacios, pero el resto se sigue conservando.
El abuelo Miguel se dedicó al campo toda su vida, y se estuvo sembrando en los Bujeos hasta los años sesenta. Trás su muerte la finca se dividió entre sus herederos, y actualmente es Paco el que continúa la tradición familiar, dedicándose al ganado.
Las vistas desde la casa,
con Ubrique al fondo, son fabulosas
Realmente son dos los tesoros que guarda la finca, por un lado las edificaciones romanas, y por otro la naturaleza que la rodea y la magnífica panorámica de la que se puede disfrutar. Manolo nos ha comentado que realmente mereció la pena el paseo, la visita y la charla con Paco, que actuó de improvisado guía de la visita.
Nuestro padre estudió sobre el terreno, con su amigo Miguel, las edificaciones de los Bujeos Altos, y publicó algunas de sus conclusiones en "Ubrique, encrucijada histórica" (capítulo XII), intentaremos traer el texto y algunas de las fotos originales en los próximos días.
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