Magnífico amanecer en este otoño tan seco
Fotos: Manuel Cabello
Fotos: Manuel Cabello
Fotografías: Manuel Cabello Izquierdo
Texto: Esperanza Cabello
Parece que este año el invierno se ha olvidado de nosotros. Nuestro hemano Manolo (autor de las fotografías de esta entrada), nos ha traido hoy reflejado el panorama de nuestra sierra sin una gota de agua, aunque preciosa de todas maneras, y nos ha recodardo aquellos manantiales tan abundantes, aquellas derramas de los nacimientos principales del pueblo, aquellas cataratas que embellecían el recorrido del río Ubrique y del Arroyo Seco (hoy más seco que nunca).
De todas formas, a pesar de la escasez, no hay sequí ni mucho menos aún. Desde Aguas de Ubrique se afanan en ir cambiando y bombeando acuíferos para que los depósitos trabajen a ritmo normal, aunque el panorama exterior es bastante seco.
El nacimiento del Cornicabra
Si recuerdan ustedes el invierno, por aquí el agua manaba a borbotones. Ahora hay apenas un charquito. Por eso este nacimiento no puede surtir a la población, sólo es capaz de llenar el depósito de Herrera Oria, y, por supuesto, no suminstra ni una gota de agua al río Ubrique, que vemos tan seco a su paso por nuestro pueblo.
Los rebosaderos completamente secos
Por debajo del acueducto se ven los antiguos tubos de teja, sin una gota de agua.
La salida del Cornicabra, también seca.
En el Rano está la solución al abastecimiento de Ubrique en verano
El Arroyo Seco... seco
El Arroyo Seco junto al Rano, muy muy seco
Los somdeos del Rano: Rano I y Rano II
Precisamente aqui está la solución para el abastecimiento de nuestro pueblo, muy cerca del Salto de la Mora. Hay dos sondeos que son los que se utilizan para paliar la escasez del Cornicabra. Cuando hay poca agua, el Cornicabra no tiene caudal para llenar el depósito de su mismo nombre desde el bombeo de la Parra, así que se utilizan los sondeos del Rano para llenar el depósito del Cornicabra, que, ya por su peso, abastece, junto al de Herrera Oria al ochenta por ciento de los ubriqueños.
Benaocaz desde el Rano: ni una nube que nos haga pensar en lluvia
No sabemos si los antiguos romanos de Ocurris tendrían problemas con el agua, tampoco a qué dioses rogaban por la lluvia ni qué ceremonias realizaban.
Tampoco sabemos si alguna vez hemos tenido un verano tan larguísimo ni si hemos estado a mediados de octubre tan secos y con tan altas temperaturas como ahora. Pero hemos querido echar un vistazo a nuestros manatiales secos, a ver si así llega pronto el invierno y las lluvias, para poder continuar con nuestras fuentes y manantiales, para seguir hablando del agua de Ubrique.
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