Portada del libro del ubriqueño Manuel Ostos Muñoz
Hasta el último segundo
Por Esperanza Cabello
Esta entrada viene con muchos meses de restraso, con más de diez meses de retraso, pero no hemos podido evitar hacerla, aunque sea un poco tarde. Porque se trata de uno de los libros más recomendables del momento.
A finales de octubre pasado recibimos una invitación para asistir a la presentación de la novela "Hasta el último segundo", de Manuel Ostos Muñoz, y, aunque normalmente intentamos estar presente en este tipo de actos (no solo porque se trata de libros, que es lo nuestro, sino porque es un libro escrito por un ubriqueño y la cultura "autóctona" hay que apoyarla de todas las formas posibles) en esta ocasión nos fue imposible estar, eso sí, nos apresuramos a comprar el libro, no fuera a ser que se agotara.
Leímos las reseñas (siempre positivas) de algunos paisanos, pudimos ver (en este enlace) el video resumen de la presentación de la obra en el Convento y pusimos cuidadosamente el libro en la mesita de noche, junto a los otros que esperaban pacientemente a ser leídos.
Si hubiéramos sabido entonces de qué libro se trataba en realidad lo habríamos puesto directamente encima de todo el montón, porque leer "Hasta el último segundo" ha sido una de las experiencia lectoras más gratificantes de los últimos tiempos.
Hacía mucho que no disfrutábamos tanto con una novela; se trata de un "novelón" de casi trescientas páginas en una edición muy cuidada, edición que ha preparado el propio autor, atento a los detalles, a la revisión y a la corrección.
Con una pluma fácil y fluída ha plasmado no uno, sino varios escenarios unidos íntimamente entre sí, con personajes que van y vienen siguiendo un hilo conductor que te engancha y te desconcierta a la vez, entre la mente de un joven, un más allá irreal y un pueblecito americano, Paint Bridge.
Novela de misterio, de emociones, de amor, de terror, policíaca, intimista... en realidad es muy difícil etiquetar "Hasta el último segundo". Te transmite impresiones opuestas, perfectamente amalgamadas, reuniendo en un mismo momento inquietud, exaltación, conmoción y esperanza.
Hay un protagonista, Jack, que a la vez va siendo protagonista en otras situaciones, con saltos temporales que abarcan en realidad toda su vida, y estos saltos están tan bien descritos, tan bien separados, tan perfectamente coordinados que en todo momento sabes qué ventana del pasado o del presente se está abriendo. Y al mismo tiempo, parece que se burlan del lector pues cuando se da algo por sentado vemos que nada de lo sucedido es la realidad.
Y cuando ya estamos dando lugar a la desesperanza, cuando ya parece que a pesar de todas las luchas a uno y otro lado de la fina línea de lo real y lo imaginario, llega el último segundo, el que deja el mejor sabor de boca posible con una lectura:
Toda una vida por delante para fantasear, para crear, para pensar, para reflexionar, para rectificar...
Como decíamos al principio, hacía mucho que no disfrutábamos tanto con una lectura, es verdad que nos gustan las novelas de misterio, las de amor, las de superación, las de fantasmas, las instrocpectivas... pero aquí hemos encontrado una mina de oro, porque "Hasta el último segundo" nos ha cautivado desde la primera página, recordándonos los mejores libros de Marc Lévy, de David Safier o de Marcos Chicot, haciéndonos sentir junto al protagonista emociones tan reales que nos ha sido imposible dejar de leer desde la primera hasta la última página.
No nos queda más que felicitar de corazón a nuestro paisano Manuel Ostos Muñoz, augurarle el mejor porvenir como escritor y desearle muchos éxitos y muchos libros para que podamos seguir disfrutando con ellos.
Y ahora, a la librería a comprar el segundo libro de este ubriqueño "El diario de Mandy"; hemos leído que Manuel se atreve ahora con la novela histórica, sin dejar de mezclar, afortunadamente, tantos géneros como en "Hasta el último segundo".
¡Enhorabuena, Manuel! Intentaremos no perdernos tu próxima presentación, será un lujo poder conocerte en persona🙏.
P.D. : Ha sido muy difícil hablar de la obra sin hacer ninguna mención del argumento, porque lo mejor es ir adivinando, presintiendo y estudiando la trama de la historia, para darte cuenta de que estás totalmente equivocada y agradecer haber errado en tus suposiciones.
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