Remedios en una de sus primeras exposiciones de pintura
Por Esperanza Cabello
Podríamos ser familia, porque compartimos el apellido Rubiales, uno de los apellidos referentes ubriqueños desde la Repoblación, cuyos descendientes compartimos algunas características comunes. Pero conocemos a Remedios desde que a finales de los noventa llegó a Las Cumbres a comenzar sus estudios de secundaria.
Desde el primer día destacaba entre los demás, esa carita de ilusión, de alegría,de felicidad, de curiosidad que aún la acompañan. Esas ganas de aprender y de berberse la vida a grandes sorbos.
Aquella niñita rubia con calcetines de borlones y su preciosa rebeca venía a cumplir uno de sus sueños: prepararse para ser artista.
Vivimos con ella muchos momentos irrepetibles; algunos muy malos, con sus problemas en la vista, y otros muy buenos. La ilusión de terminar sus estudios, de comenzar el bachillerato de Artes, de comenzar su nueva andadura.
Acabada su formación en Las Cumbres, Remedios se fue un poquito lejos buscando la excelencia en el aprendizaje. Sus pasos la llevaron a Altea (en este enlace), donde se destacó de nuevo por su esfuerzo, su constancia, su trabajo y su necesidad de expresarse como artista plástica.
Terminados en tiempo récord sus estudios, Remedios decidió volver a nuestro pueblo, siempre fiel a sus tradiciones y a su familia, que ha sido su gran punto de apoyo en todo este tiempo.
Desde que terminó su formación como artista plástica Remedios no ha parado ni un minuto. Ha continuado con su creación abstracta, mezclando formas y colores de una manera magistral, ha organizado exposiciones aprovechando todas las oportunidades que sele han presentado.
Ha dado conferencias, ha presentado libros, ha colaborado con artistas y escritores de la zona y ha seguido, como siempre, fiel a sus raíces.
La expresión plástica más cercana a la naturaleza:
utilizando el corcho o la piedra como lienzos
La recordamos en una de sus primeras exposiciones en el San Juan, "jugando" con los materiales de toda la vida: el corcho, la madera, el hierro. "Jugando" con la luz, con lassombras, con los colores, con los detalles florales...
Desde entonces no ha parado, exposiciones en Málaga, Cádiz, Jerez, Ubrique; creando toda una Asociación de vecinos, de la que es presidente, que organiza un concurso de pintura rápida local para todos los interesados.
Pero la vida de un artista es complicada, como dice nuestro amigo Zarva, y Remedios ha hecho todo lo posible para avanzar y crecer como artista. Ha continuado su formación en la Pablo de Olavide, interesándose por el Patrimonio, pero también cursó enseñanzas de peluquería, estética y tatuajes,y es precisamente este mundo el que le ha abierto sus puertas de par en par.
Hace unos años creó la Academia de Peluquería y Estética "Remedios Rubiales", un lugar en el que los jóvenes ubriqueños interesados por la estética y la peluquería podían cursar sus estudios prácticos con todo tipo de garantías. Nuevas técnicas, nuevos productos, nuevos procedimientos y mucho tesón.
Ayer sábado Remedios daba un nuevo gran salto en su trayectoria inaugurando su nueva academia en Los Callejones, 23. A esta inauguración no han faltado amigos, alumnos, clientes y familiares.Nos queda muy claro que con tesón, constancia, esfuerzo, trabajo e ilusión todo se consigue.
Y ella sigue siendo la misma niña sonriente e ilusionada que conocimos hace años. En sus ojos sonrientes de grandes pestañas podemos leer su gran curiosidad, sus ganas de mejorar y de hacer las cosas muy bien.
En sus manos ágiles mientras va esculpiendo unas nuevas uñas con materiales acrílicos vemos que disfruta creando, mezclando productos, perfilando los detalles. Todo con una profesionalidad, una serenidad y una alegría sorprendentes.
Y mientras nos habla de sus nuevos proyectos, de la exposición de Ubrique en la fundación con nuevos trabajos abstractos o de la otra en la que hace un alegato ecologista contra el plástico, después de haber reunido cientos de tapones de corcho; de la nueva academia, de la sala de tatuajes, de las actividades con sus alumnos, de diseño, de ilusiones y de mucho trabajo...
Pensamos que aquella niña es toda una mujer, una mujer luchadora y trabajadora, fiel a sus principios y a las personas que la rodean, que disfruta tanto cuidando de su abuelo como redecorando las nuevas aulas, una ubriqueña de las que merecen la pena. Y entonces nos sentimos orgullosos de "nuestra niña" y nos alegramos con su alegría.
Te deseamos todo lo mejor en esta nueva etapa, amiga, sabes que la clave del éxito está en el trabajo diario, en la amabilidad y en creer en ti misma.
¡Enhorabuena, Reme, no cambies nunca!
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