Por Esperanza Cabello
En femenino singular
Hoy ha sido un día muy especial para mí, es un lujo y un honor tener compañeros y amigos que te recuerdan y te aprecian años después de la jubilación, también ver a nuevos compañeros que se unen a una muestra de cariño tan emotiva como inesperada.
Hace unas semanas estuvimos trabajando en la ruta literaria por Ubrique, las compañeras de lengua Beatriz Ortega y Mariángeles López me habían llamado para volver a realizar una actividad que habíamos comenzado en 2019.
Me dijeron que tenían un detallito para mí en agradecimiento por echarles una mano y que me avisarían cuando estuviera terminado.
Así que hoy subí tempranito dispuesta a echar un ratito en la mesa camilla del departamento y a disfrutar de esas charlas tan recordadas y familiares, eso sí, asustándome un poquito del cariz que está tomando la enseñanza, y recordando nuevos y viejos tiempos.
Llegado el recreo, fueron llegado muchos nuevos compañeros al departamento, siempre es un gusto ver cómo las nuevas generaciones se van subiendo al carro del trabajo y cómo la vida se repite.
Todo empezó a ser un poco más extraño cuando me dijeron que íbamos al salón de actos, ya no era "un detallito", ya eran palabras mayores.
Y allí estaban, todos mis antiguos compañeros, sonrientes, cariñosos, quitándose un poquito de recreo para saludarme, para desearme lo mejor y regalarme un rato de su tiempo, también estaba Cande, que se unía a la sorpresa, todo el equipo directivo, Pepi, Javier...
Además había varios preciosos regalos en una cestita: un libro (qué alegría); un detalle en piel con el escudo de Las Cumbres (de un color precioso, Antonio) y un precioso ramos de flores que Javier, tan artista y detallista como siempre, me había preparado. Gracias.
Beatriz, cariñosa y cuidadosa, leyó un texto que no esperaba:
Cubierto por un paño, a la manera de las grandes inauguraciones, nos esperaba un precioso rótulo, que las alumnas de segundo de artes, con Eloísa, habían preparado, "La biblioteca VIOLETA".
Ahora sí, ahora voy a echar mucho más de menos "mi biblioteca". Menos mal que ha quedado en las mejores manos.💜💜
Muchísimas gracias a todos por tantos detalles, por tanto cariño, por tantas palabras bonitas, por todo lo que habéis hecho por mí, por elegir objetos tan adecuados, esas flores tan preciosas, ese diseño tan de mi gusto para el rótulo y, sobre todo, por preparar con tanto mimo esta magnífica sorpresa en Las Cumbres.💜💜💜
Y no se me olvida, gracias a todos esos compañeros nuevos por acogerme como si aún formara parte del claustro de profesores, a Paula, a Tania, al jovencísimo filósofo, a Isabel, a todos. 💜💜
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