Nuestro tatarabuelo Leandro Izquierdo Villa llegó a Ubrique desde Valladolid, vendiendo especias, era arriero. Aquí se casó con una viuda diez años mayor que él, María Moreno, que ya tenía dos hijos, Bartolomé y Juan Clavijo Moreno.
Leandro y María tuvieron dos hijos, Francisco (nuestro bisabuelo, muerto el 5 de febrero de 1957 con 75 años) y María, la mayor.
María se casó con Bartolomé Saborido, vivían en la Calle Consistorio, y tuvieron dos hijas: Juana y Mercedes. Dos hermanas totalmente diferentes, Mercedes discreta y humilde, estuvo trabajando en casa de don Norberto Aparicio. Nunca se casó ni tuvo hijos.
A nuestra tía Juana tuvimos la suerte de conocerla. Era una mujer curiosa y amiga de las charlas, la mejor camisera que había en la comarca. Se casó pero se divorció (¡En aquella época!) porque su marido era bastante bruto.
Nuestra tía Juana vivía en la casa de sus padres, en la calle Consistorio. En 1936, cuando llegaron las tropas sublevadas a Ubrique y los soldados asaltaron el Ayuntamiento, Marcos León López, entonces presidente interino del comité de defensa para la villa de Ubrique (pinchar aquí para más información) consiguió escapar y salió corriendo calle abajo. Juana lo auxilió y Marcos se escondió en su casa. Nuestra abuela contaba que entraron en la casa de Juana dando tiros y cogieron a "Marquitos".
Cuando nuestra tía Juana murió, nuestra abuela Natalia nos dió un cuadro de San Mateo que había estado siempre en el salón de su casa y que tenía un agujero. Siempre nos preguntamos si aquél sería uno de los producidos por las balas. Al restaurar el cuadro nos aseguraron que no, que era un agujero fortuito y no tenía nada que ver con balas. No obstante, el cuadro fue testigo de uno de los episodios más tristes de nuestra historia local.
Leandro y María tuvieron dos hijos, Francisco (nuestro bisabuelo, muerto el 5 de febrero de 1957 con 75 años) y María, la mayor.
María se casó con Bartolomé Saborido, vivían en la Calle Consistorio, y tuvieron dos hijas: Juana y Mercedes. Dos hermanas totalmente diferentes, Mercedes discreta y humilde, estuvo trabajando en casa de don Norberto Aparicio. Nunca se casó ni tuvo hijos.
A nuestra tía Juana tuvimos la suerte de conocerla. Era una mujer curiosa y amiga de las charlas, la mejor camisera que había en la comarca. Se casó pero se divorció (¡En aquella época!) porque su marido era bastante bruto.
Nuestra tía Juana vivía en la casa de sus padres, en la calle Consistorio. En 1936, cuando llegaron las tropas sublevadas a Ubrique y los soldados asaltaron el Ayuntamiento, Marcos León López, entonces presidente interino del comité de defensa para la villa de Ubrique (pinchar aquí para más información) consiguió escapar y salió corriendo calle abajo. Juana lo auxilió y Marcos se escondió en su casa. Nuestra abuela contaba que entraron en la casa de Juana dando tiros y cogieron a "Marquitos".
Cuando nuestra tía Juana murió, nuestra abuela Natalia nos dió un cuadro de San Mateo que había estado siempre en el salón de su casa y que tenía un agujero. Siempre nos preguntamos si aquél sería uno de los producidos por las balas. Al restaurar el cuadro nos aseguraron que no, que era un agujero fortuito y no tenía nada que ver con balas. No obstante, el cuadro fue testigo de uno de los episodios más tristes de nuestra historia local.
Esperanza Cabello Izquierdo, noviembre 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario