Humberto, Eloy y Rogelio Janeiro Rubiales
Miguel Reguera Rubiales
Pedro Rubiales García
Camagüey, Cuba. 1920
Miguel Reguera Rubiales
Pedro Rubiales García
Camagüey, Cuba. 1920
Postal enviada desde Cuba
por los hermanos Janeiro a la familia en 1919
por los hermanos Janeiro a la familia en 1919
Por Esperanza Cabello
Nuestro tío abuelo Rogelio era uno de los muchos hijos de Manuel Janeiro Córdoba y Julia Rubiales Coveñas.
Nació en 1895, y se crió, como todos sus hermanos, en la Plaza de la Verdura. Nuestra tía Isabel lo recuerda con cariño, y mantiene su recuerdo a pesar de que era uno de los más pequeños.
Rogelio fue creciendo entre la fábrica de fideos de la familia y el café, que era el sustento de todos, aunque también en aquella época arreció la crisis y los hermanos mayores, Eloy y Humberto, decidieron emigrar a Cuba.
También emigraron, en un primer momento, varios primos, cuyas familias siguen hoy día viviendo en Cuba (pinchar aquí).
Rogelio los acompañó cuando sólo tenía catorce años. A pesar de conocer ya a la que sería su novia y después su mujer, Juana María Carrasco, en 1910 se fue a trabajar a Cuba, en la ciudad de Camagüey, al este de la capital.
Los tres hemanos trabajaban, ¿cómo no? en un ingenio de café (se llamaba así a las fábricas que procesaban el café que iban produciendo los cafetales). Rogelio trabajaba en las oficinas, aunque su hija, nuestra tía Mª de los Ángeles, supone que se encargaría de muchas otras cosas. Sabemos que, por tradición familiar, Rogelio era un artista. Pintaba, como varios de sus hermanos, y, según nuestro padre, era el mejor de todos.
Humberto, Eloy y Rogelio estuvieron trabajando en Cuba, junto a otros ubriqueños, hasta 1923.
A partir de ese año, Rogelio se asentó definitivamente en Ubrique, su pueblo, al que había vuelto esporádicamente en aquellos trece años, en rápidas visitas a la familia y a su novia, Juana María, que trabajaba en la escuela de su tía, Ángeles Bohórquez, como auxiliar de maestra, trabajo que mantuvo hasta que se casó.
Rogelio y Juana María se casaron en 1924, nuestra tía recuerda que todos estaban de luto aquel año. Con el dinero que había ido ganando en el ingenio de café, Rogelio adquirió una fábrica de artículos de piel, en la esquina de la calle Botica.
Además, hombre emprendedor, acostumbrado al movimiento en la plantación de café y a la modernidad, Rogelio decidió comprar dos automóviles, para empezar un negocio de transportes, uno de ellos lo conducía Bartolo Gómez, y el otro el propio Rogelio.
Nació en 1895, y se crió, como todos sus hermanos, en la Plaza de la Verdura. Nuestra tía Isabel lo recuerda con cariño, y mantiene su recuerdo a pesar de que era uno de los más pequeños.
Rogelio fue creciendo entre la fábrica de fideos de la familia y el café, que era el sustento de todos, aunque también en aquella época arreció la crisis y los hermanos mayores, Eloy y Humberto, decidieron emigrar a Cuba.
También emigraron, en un primer momento, varios primos, cuyas familias siguen hoy día viviendo en Cuba (pinchar aquí).
Los primos en las oficinas de la plantación
Camagüey, 1920
Camagüey, 1920
Rogelio los acompañó cuando sólo tenía catorce años. A pesar de conocer ya a la que sería su novia y después su mujer, Juana María Carrasco, en 1910 se fue a trabajar a Cuba, en la ciudad de Camagüey, al este de la capital.
Tarjeta enviada por Eloy a sus padres
desde Santander en 1919
Justo antes de una travesía
desde Santander en 1919
Justo antes de una travesía
Los tres hemanos trabajaban, ¿cómo no? en un ingenio de café (se llamaba así a las fábricas que procesaban el café que iban produciendo los cafetales). Rogelio trabajaba en las oficinas, aunque su hija, nuestra tía Mª de los Ángeles, supone que se encargaría de muchas otras cosas. Sabemos que, por tradición familiar, Rogelio era un artista. Pintaba, como varios de sus hermanos, y, según nuestro padre, era el mejor de todos.
Humberto, Eloy y Rogelio estuvieron trabajando en Cuba, junto a otros ubriqueños, hasta 1923.
A partir de ese año, Rogelio se asentó definitivamente en Ubrique, su pueblo, al que había vuelto esporádicamente en aquellos trece años, en rápidas visitas a la familia y a su novia, Juana María, que trabajaba en la escuela de su tía, Ángeles Bohórquez, como auxiliar de maestra, trabajo que mantuvo hasta que se casó.
Rogelio y Juana María se casaron en 1924, nuestra tía recuerda que todos estaban de luto aquel año. Con el dinero que había ido ganando en el ingenio de café, Rogelio adquirió una fábrica de artículos de piel, en la esquina de la calle Botica.
Además, hombre emprendedor, acostumbrado al movimiento en la plantación de café y a la modernidad, Rogelio decidió comprar dos automóviles, para empezar un negocio de transportes, uno de ellos lo conducía Bartolo Gómez, y el otro el propio Rogelio.
La vida les sonreía. Rogelio se había convertido en un empresario próspero y la vida de la familia transcurría tranquilamente en su casa de la calle Botica. Pronto los hijos empezaron a llegar. A pesar de haber perdido al primero, en 1926 nacía Manuel, el primogénito, nuestro tío el maestro Manuel Janeiro Carrasco, que fuera alcalde de Ubrique en 1968.
Un par de años más tarde nacía una preciosa niña, María de los Ángeles.
Rogelio se había convertido en un apreciado vecino, concejal del Ayuntamiento.
Un par de años más tarde nacía una preciosa niña, María de los Ángeles.
Rogelio se había convertido en un apreciado vecino, concejal del Ayuntamiento.
Pero no duró mucho la felicidad de la familia. El día 20 de marzo de 1929, rogelio tuvo un accidente al ir a aparcar su coche. Acababn de hacer un viaje y había llegado a su destino, en la entonces plaza de Alfonso XIII (la Plaza), se había acercado a ver a su esposa y a sus niños, Manuel con dos años y Mª de los Ángeles con seis meses y decirles que el viaje había terminado bien.
Los coches los aparcaban en el actual paseo del Prado, donde Manuel Carrasco, su suegro, tenía una fábrica de curtidos y donde habían hecho un garaje. En el siguiente recorte de prensa pueden leer lo que sucedió:
A pesar de que lo trataron varios médicos, las heridas fueron muy graves, sobre todo la herida del pecho, que se le cangrenó, por lo que murió cinco días más tarde, con 33 años. Debió de ser muy sonado. Era el primer accidente de tráfico serio en Ubrique y había habido varios heridos.
Juana María nunca se recuperó de esta muerte. Se quedó totalmente destrozada. Toda la vida esperando a un marido que la muerte le arrebató demasiado pronto.
No quiso ocuparse de la fábrica, ni mucho menos del negocio de transportes. Se fue con sus dos niños a casa de sus abuelos con sus tías Ángeles y Sebastiana, en la calle del Agua, el que había sido siempre su hogar.
No quiso ocuparse de la fábrica, ni mucho menos del negocio de transportes. Se fue con sus dos niños a casa de sus abuelos con sus tías Ángeles y Sebastiana, en la calle del Agua, el que había sido siempre su hogar.
La vida de la familia Carrasco Janeiro transcurrió, a pesar de la ausencia del padre, casi normalmente. Todos se ocuparon de que a los pequeños no les faltara nada y se criaron en un ambiente culto y de libertad.
Años más tarde pusieron el teléfono en Ubrique. La CTNE (telefónica) empezó a instalar centros familiares, atendidos por familias. Juana María se presentó a unos exámenes que hacían los inspectores de Madrid y obtuvo la licencia para una centralita.
Su hija Mª de los Ángeles recuerda, con una memoria envidiable, los cien primeros números de Ubrique.
Nos los ha recitado todos, y hemos retenido, como curiosidad, los siguientes:
1- El Ayuntamiento
2-Familia Coronel
3-La Guardia Civil
16-El Casino
20-Bar Capitol
25 -Café de Rodrigo
27- Familia Izquierdo
38- Familia Cabello
(Si alguien los quiere saber, tenemos el listado completo)
Juana María (que había nacido en 1898) murió el 31 de enero de 1963, acompañada siempre por su familia, sus tías, sus hijos y ya sus nietos.
Los dos hijos de la pareja hicieron sus estudios de magisterio y hoy Rogelio y Juana tendrían doce nietos y muchísimos bisnietos, a los que desde aquí mandamos un gran saludo.
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Años más tarde pusieron el teléfono en Ubrique. La CTNE (telefónica) empezó a instalar centros familiares, atendidos por familias. Juana María se presentó a unos exámenes que hacían los inspectores de Madrid y obtuvo la licencia para una centralita.
Su hija Mª de los Ángeles recuerda, con una memoria envidiable, los cien primeros números de Ubrique.
Nos los ha recitado todos, y hemos retenido, como curiosidad, los siguientes:
1- El Ayuntamiento
2-Familia Coronel
3-La Guardia Civil
16-El Casino
20-Bar Capitol
25 -Café de Rodrigo
27- Familia Izquierdo
38- Familia Cabello
(Si alguien los quiere saber, tenemos el listado completo)
Juana María (que había nacido en 1898) murió el 31 de enero de 1963, acompañada siempre por su familia, sus tías, sus hijos y ya sus nietos.
Los dos hijos de la pareja hicieron sus estudios de magisterio y hoy Rogelio y Juana tendrían doce nietos y muchísimos bisnietos, a los que desde aquí mandamos un gran saludo.
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3 comentarios:
Prima, Muchas Gracias por lo que haces. Te sigo con asiduamente y me emociona mucho leer el pasado de nuestra familia. Mil besos.
Muchas gracias a tí, por leer el blog y por escribirme.
Tengo preparada una entrada desde hace meses sobre tu padre, pero estoy esperando unas fotos que Mari Carmen me va a mandar, él era uno de los tíos a los que más traté, de los que más me acuerdo y de los que tengo mejor memoria.
Besos
Hola, mi abuelo nació en el año 1924. Su padre y los hermanos de su padre (la familia entera creo) emigraron a cuba, me parece que antes de haber nacido mi abuelo también. Sin embargo el padre de mi abuelo enfermó y se volvió a España, en concreto a canarias, que creo que eran de aqui tambien la familia. La familia de mi abuelo y de su padre se apellida Cabello. Me gustaría mucho encontrar algún enlace con la familia de mi bisabuelo y así conocer un poco mas la historia. Gracias. josuesc@hotmail.com
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