El cuarteto de clarinetes "Qasab Basit" durante su actuación
Por Esperanza Cabello
Cualquier actividad que se celebre en el yacimiento romano de Ocurris es siempre, sin lugar a dudas, un lujo. Un lujo para los sentidos, por el bienestar, por la alegría, por el contacto con la naturaleza, por el recuerdo de nuestros ancestros; por la catarata de sensaciones nostálgicas; por lo bien organizado que está todo siempre; por la exclusividad de cada día... por tantas cosas.
El pasado viernes tuvimos la oportunidad de asistir, con motivo de la celebración del Día de los Museos, a un concierto de clarinetes en el Salto de la Mora. Una actividad gratuita organizada por la Concejalía de Cultura, con José Manuel Rivera a la cabeza, y proyectada por la arqueóloga municipal, María Campos, con la colaboración del concejal de Medio Ambiente, Andrés García.
Para nosotros subir a Ocurris es siempre una alegría y una aventura. Es un recuerdo de tantísimas veces como subimos con nuestros padres, pero entonces era algo totalmente diferente. En nuestros días cada vez nos admira más la estupenda gestión del yacimiento que hacen los responsables, nos parece encomiable la magnífica disposición de nuestro ayuntamiento y admiramos profundamente la ingente tarea que realiza la arqueóloga municipal con su equipo.
Siempre está todo limpio, perfectamente trazado, muy bien acondicionado. La amabilidad, la profesionalidad y la presencia constante son tres de sus "marcas" de identidad. Se nota, con solo echar un vistazo, que se trata de un yacimiento cuidado, mimado y querido, y no podemos dejar de agradecerles, en nuestro nombre y en el de los ubriqueños, que mantengan este gran tesoro común en unas condiciones óptimas.
Y además hay constantemente actividades diferentes, actividades sin ánimo de lucro que dan a conocer nuestro yacimiento, teatro, fotografía, paseos, música, recreaciones...
Si había que difundir nuestro patrimonio, esa tarea la hacen con creces.
El viernes pasado era un concierto de clarinete, celebrado gracias al acuerdo del Ayuntamiento con el Conservatorio de Sevilla. Los músicos nos dejaron de agradecer a nuestros dirigentes que hubieran contado con ellos para este concierto, y a José Manuel Rivera, Andrés García y María Campos todas las atenciones que les habían prodigado.
Comenzaba el concierto a las ocho. Un centenar de personas se reunía en la entrada del yacimiento. Poco a poco fuimos pasando al interior del recinto, con los guías y los técnicos comenzando el sendero.
Estar en plena naturaleza hace que tengamos la oportunidad de ver, como el viernes, a un montón de vacas y terneritos "a su aire", convirtiéndose en un espectáculo adicional que nos mantuvo entretenidos durante un buen rato.
Llegamos al Columbario, precisamente allí sería el concierto. Un lugar más resguardado y acogedor en el que encontramos cojines para acomodarnos.
Entre los asistentes, ubriqueños y forasteros, mayores y pequeños (había unos cuantos niños que siguieron el concierto con atención y mucho silencio), todos dispuestos a disfrutar.
Los concertistas eran cuatro músicos jóvenes del Conservatorio de Sevilla. El programa estaba repartido en dos sesiones. La primera más técnica:
-Ludus ad quattuor
-Homenaje a Manuel de Falla
-D-Ver-Timento
Y la segunda muy especial, con bises.
-Mushrooms
- Canonic suit
-Petit concert devenu grand
Todo el público asistente disfrutó deleitándose con el virtuosismo de estos clarinetistas, la música suena especialmente en este entorno y todo se convierte en mágico.
Poco a poco fue oscureciendo, y el concierto se nos quedó pequeño. Nos quedamos con ganas de más.
Pero tranquilos, seguro que ya hay nuevas actividades en proyecto, y seguiremos teniendo la suerte de contar con un equipo político y técnico fantástico que se ocupa de la joya del patrimonio de todos los ubriqueños.
¡Muchas gracias!
En este enlace podemos ver algunos momentos del concierto gracias a Todoves y, como siempre, pudimos hacer muchas fotografías, incluso a los terneros juguetones😉.
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