LOS BOTINEROS DE UBRIQUE
En Ubrique la industria marroquinera
tuvo un claro precedente: la fabricación de zapatos y la guarnicionería. La
piel curtida era idónea para las suelas y las más delicadas para el cuerpo del
zapato.
La primera botinería que hubo en
nuestro pueblo fue la de don Serafín Vecina Poley, en el número 47 de la calle
Real de Ubrique, y eran reconocidos sus productos por su calidad y diseño. Se
cree que este taller dio origen a nuestra acreditada industria local de artículos de piel.
"De Ubrique son
mis botines
Son de la piel lo
mejor
Becina me los hizo
Para que los use yo
De Ubrique la piel y
el contrabando
Y de las buenas
petacas de cuarterón
De Becina y Aragón, el
galardón.
Ubrique, pueblo mío
Yo a mi serrana dejé
Huyendo del
contrabando
Mis petacas olvidé.
La manta de Grazalema
Llevaban los
bandoleros
Y de Ubrique, sin
dilema,
Los botines y el
sombrero."
En Ubrique hubo
magníficos zapateros en todas las generaciones: el maestro Pepe Piñero de la
Rosa, Candelaria la Zapatera, Juan María Mateos, José Esquivel, Carretero,
Rivera... y todos ellos contribuyeron a agrandar el prestigio de Ubrique.
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