La antigua torre de la ermita de San Antonio
Fotografía del siglo XIX recuperada por Manuel Cabello Janeiro
Por Esperanza Cabello
Uno de los símbolos de nuestro pueblo es, sin lugar a dudas, la torre del San Antonio, musa de pintores, escritores y fotógrafos, testigo del ritmo de nuestras vidas, inspiración de Emilio Santamaría para su ABC (Admirable, Bellísima y Contemplada torre), referencia obligada cuando se trata de Ubrique y, por supuesto, hogar de una familia de cigüeñas hasta los ochenta.
Pero no siempre ha sido así. Ya sabemos todos que en nuestro pueblo contar la historia es complicado, porque nuestros archivos fueros destruidos en varias ocasiones y no tenemos muchos datos de la construcción de nuestros edificios más destacados, y, aunque del reloj del San Antonio y sus vicisitudes sí que existe documentación, poco sabemos de la construcción de la ermita.
Esta fotografía tan original, (en este enlace) que nuestro padre utilizó en la portada de su primer libro gracias a la gentileza de Rosario Corrales (familiar de Francisco García Parra), nos hace ver que nuestro San Antonio no siempre ha sido así.
La torre tuvo que ser reformada para alojar este magnífico reloj en 1886, fue inaugurada el 31 de diciembre de ese año; es una historia muy curiosa que hemos contado en varias ocasiones, pero hasta ahora no habíamos sabido que esta curiosa historia de 1886 fue tan sonada en su momento que hasta podemos encontrarla en la prensa de la época.
El Guadalete. Biblioteca virtual de Prensa Histórica
En efecto, en el periódico "El Guadalete" el domingo 30 de enero de 1886 (leído en la Biblioteca virtual de prensa histórica) podemos leer una pequeña nota dedicada a nuestro reloj.
"En la capilla de San Antonio de Ubrique se ha colocado un reloj de esfera transparente, que mide 1,25 metros de diámetros. En aquel pueblo ha sido esto un acontecimiento."
Esta es nuestra entrada número 22 sobre el San Antonio de Ubrique. En este enlace podemos leer todas las anteriores.
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