Corría el año 1924, y el grupo Singer organizó en Ubrique cursos de costura a máquina para que las ubriqueñas pudieran aprender el manejo de las máquinas de coser y, consiguientemente, adquirir una. Natalia, cuarta fila a la izquierda, participó como otras muchas ubriqueñas en estos cursos, que se celebraron dentro de la ermita de San Pedro y al que acudieron muchas personas. En estos años de modernidad Ubrique se mostraba como un pueblo en pleno auge y las propuestas comerciales de maquinaria y suministros para marroquinería y costura tuvieron muy buena respuesta.
Aún conservamos ¡Cómo no! la misma máquina de coser que había sido de nuestra abuela toda su vida.
Aún conservamos ¡Cómo no! la misma máquina de coser que había sido de nuestra abuela toda su vida.
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