viernes, 13 de junio de 2014

Carmen y Paca León, homenajeadas por el pueblo de Ubrique

 
Cuatro jovencitas ubriqueñas cosiendo petacas en la calle Rojas
Ubrique, 1955



Por Esperanza Cabello

Al comenzar este año tuvimos una grata sorpresa: un amigo nos ayudó a encontrar, por fin, el reportaje de Ubrique en 1955 que se proyectó en el cine María Cristina y que el NODO distribuyó por todos los cines de España.
Ya nos habían dicho que existía esta película, e incluso uno de los hijos de las protagonistas nos había asegurado que la habían visto, pero fue muy laborioso encontrarla. Al fin pudimos publicarla el nueve de enero (en este enlace) y tuvimos mucha ayuda en el grupo de Facebook "Ubrique en el recuerdo" para localizar a algunos de los protagonistas de esta película.
Al final Alfonso Naranjo y Susana Domínguez, hijo y nieta de las hermanas Carmen y Paca León nos confirmaron la identidad de las cuatro costureras de la fotografía (en este enlace de facebook).


Carmen León y Antonia Calvo cosiendo en la puerta de la petaquería de Canto


Se trata de Paca León, Carmen León, Antonia Calvo (que vivía en la avenida, encima de la tintorería de Sebastián Macías)  e Isabelita "La Carnavala", que se fue a vivir a Sevilla.
Eran cuatro muchachitas en 1955 que cosían al plus petacas, carteras y monederos. Dedicadas, como otras muchachas ubriqueñas, a engrandecer nuestra artesanía.
Una vez localizadas las dos artesanas, cuando Susana, la nieta de Carmen, nos dio sus nombres, Maribel Lobato, una de las responsables del Museo de la Piel, puso en marcha otra de las iniciativas que han coronado en este homenaje: las propuso para que el pueblo les ofreciera su reconocimiento a su trabajo de toda una vida.
Y el pasado viernes fueron homenajeadas junto a otros grandes ubriqueños que han trabajado toda la vida en nuestra artesanía, Luis Vilches, Juan Zapata y Diego Ríos. (En este enlace pueden verlo).
La nieta de Carmen, Susana Domínguez Naranjo, pronunció un bonito discurso de agradecimiento por el homenaje y de elogio a su abuela y a su tía abuela que reproducimos a continuación.



Carmen y Paca León reciben su reconocimiento de manos del alcade, Manuel Toro.
Fotografía gentileza de Paco Solano, Museo de la Piel, Ubrique



Hoy estamos aquí para rendir homenaje a estas personas que han sido tan importantes en Ubrique, por su labor desarrollada durante años en nuestra industria artesana que  ha hecho que Ubrique sea conocido en el mundo como La Cuna de la Piel.

Pero ninguna de estas personas, ni ninguno de nosotros, estaríamos hoy aquí, de no haber sido por esas mujeres luchadoras que nos trajeron al mundo, y que especialmente aquí en Ubrique, además de madres, esposas y amas de casa, han sido en su mayoría sacrificadas y arduas trabajadoras, y es que la mujer Ubriqueña, ha supuesto un auténtico baluarte de la construcción de la industria marroquinera en Ubrique.

 Mujeres petaqueras, que abandonaron de forma prematura su juventud y en muchos casos su niñez, para ponerse a trabajar, intentando ganar unas cuantas perras gordas que llevar a sus casas.

Mujeres petaqueras que también eran madres,  que en un inusitado esfuerzo conseguían criar los hijos y mantener la casa con la escasez de medios que había.

Aunque hoy en día nos pueda parecer algo descabellado, me imagino a mi abuela bajando con la panera desde El Caldereto al Algarrobal para lavar la ropa, mientras alguna vecina le echaba un ojo a los niños, volver a subir destrozada, ponerse con la comida y la casa para que cuando mi abuelo llegase, poder seguir con las faenas, acostar a  los niños y sacar la tarea por cuenta hasta la hora que cogiera, que bien podían ser las tres, las cuatro o las cinco de la mañana, todo esto alumbrada únicamente con un candil, gracias al cual, por la mañana amanecía con la nariz negra de hollín. Y es que al Caldereto, aún no llegaba la luz, ni el agua, pero eso no amedrentaba sus ganas y su necesidad de trabajar.
 Pero nuestras mujeres no solo trabajaban en sus casas, también lo hacían en los boliches y fábricas repartidas por todo el pueblo, formando parte de las grandes familias que se organizaban dentro de ellas, y en los que la solidaridad de unos con otros, contribuía a hacer más llevaderas las penurias própias de la época.
Donde con una ínfima parte de la maquinaría con que contamos hoy en día, los hombres y mujeres realizaban completamente a mano, los artículos que hicieron famoso a Ubrique en el mundo.
Nada de troqueladoras, solo chavetas y chavetines. Ahormando pureras sin más ayuda que un taco de madera, un poco de agua un palillo y una patacabra, donde estas pureras eran secadas posteriormente en un tendedero de madera, junto con los precisos.

Todo el público asistente pendiente y emocionado con el reconocimiento a Carmen y Paca


Y es hasta una de estas fábricas, la de los Hermanos Canto Moreno, donde nos transporta la foto que ha desencadenado el hecho que hoy nos ha traído hasta aquí.
Y es que dos de las mujeres, entonces niñas de apenas 16 y 17 años, que con sus bojes se sentaban a coser a la puerta de dicha fábrica, en el Callejón de Rojas, no podían imaginar entonces, en el año 1955, que aquella cámara del NODO que se les acercó cierto día a grabarlas mientras trabajaban, iba a hacer de la suya, una de las imágenes propulsoras del reconocimiento y la difusión a la maravillosa labor que se desarrolla en nuestro pueblo, y que a lo largo de los años, iban a ser vistas por miles de personas en todo el mundo.
Este fotograma, ahora convertido en foto, ha sido considerado como una de las imágenes representativas de la marroquinería de Ubrique, y, habló por mí, pero estoy segura que toda mi familia ha sentido lo mismo, supone un verdadero orgullo, cada vez que veo esta foto colocada en algún edificio significativo de nuestro pueblo, poder decir:
- Mira, mira, ¿ves esas dos mujeres de la foto? Pues son mi abuela y mi tía Paca.
Dos mujeres de pro, luchadoras y trabajadoras, que hoy, además de ser las mujeres que cosían en la foto, son madres, abuelas e incluso bisabuelas, que siempre, siempre, tienen una sonrisa, un enorme abrazo, y una buena sopita lista para recibir a los suyos.
Pero aunque este homenaje lleva sus nombres, no deja de ser también un recuerdo para todas las mujeres Ubriqueñas, que con su enorme esfuerzo, dedicación y sacrificio, han contribuido a hacer de Ubrique el pueblo que es, haciendo una mención especial a Candelaria Chacón Quero, más conocida como "Candelaria la zapatera" que fue madrina de bautismo de mi abuela Carmen.

Por último, y ya que hablamos de mujeres trabajadoras y que han hecho mucho por el pueblo, queremos también rendir nuestro homenaje a Maribel, por ser como es, por la incansable y constante labor que con tanto amor realiza cada día por nuestro pueblo, y darle las gracias por haber propuesto a nuestras madres y abuelas como homenajeadas, brindándonos a todos la posibilidad de disfrutar de este rato entrañable.


Puede que sea un atrevimiento, pero creo que no me equivoco si manifiesto que tanto los homenajeados, como los demás aquí presentes, comparten con nosotros el deseo y la idea de proponerla para una mención el año que viene.

Y bueno, ya no debería enrollarme más, así que iré acabando, pero no sin antes darle las gracias también a Esperanza Cabello, otra gran Ubriqueña, ya que gracias a la publicación de la foto de "Las Costureras del Callejón de Rojas" en el grupo de Facebook "Ubrique en el recuerdo", hizo posible que pudieran identificar en ella a mi tía y mi abuela.

Y por supuesto dar las gracias también al colectivo que en su reunión anual, ha hecho posible que hoy, a través de mi abuela, Carmen, y mi tía abuela Paca, aunque todos la llamamos Tita Paca, podamos rendir homenaje a tantas y tantas mujeres Ubriqueñas, que tanto lo merecen, porque estoy segura de que todos y cada uno de los aquí presentes, en este mismo momento, mentalmente está rindiendo su homenaje a esa o esas mujeres especiales, que forman o han formado parte de sus vidas.






Los familiares  de Carmen y Paca acompañándolas orgullosos de sus raíces

Queremos agradecer a Paco Solano y a Luis Eduardo Rubio que nos hayan proporcionado estas fotografías para ilustrar la entrada, y a Susana que nos haya enviado el texto de su discurso, merecía la pena conservarlo.
Y, por supuesto, felicitar a Carmen y a Paca, se han convertido en la imagen de tantas ubriqueñas que han trabajado nuestra artesanía, siendo un referente de nuestras costureras.


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