La Glorieta de Misión Rescate en construcción
Fotografía de Manuel Cabello Janeiro
Por Esperanza Cabello
Corría el año de 1973, y Manuel Cabello se sentía muy ilusionado porque la Glorieta de Misión Rescate iba a ser una realidad. El barrio en el que se iba a situar esta glorieta triangular (en la actualidad una plaza, pues se cortó el tráfico en dos de sus lados) estaba en una zona en expansión de Ubrique, e iban a poder, por fin, colocar muchos de los objetos recuperados por el grupo de Misión Rescate 208 en aquel soñado museo al aire libre.
Era una época en la que fustes, columnas, inscripciones y lápidas aún podían estar colocados al alcance de todos, porque en realidad era un trabajo de casi todo el pueblo y todo el mundo respetaba y protegía esas piezas singulares. Todos estábamos implicados, sobre todo las familias a través de los niños y las escuelas, en la preservación de nuestro patrimonio.
Aquel concurso radiofónico: "Misión Rescate" había calado hondo en Ubrique. Los maestros de la escuela de Artes y Oficios habían comenzado a trabajar en 1968 y habían hecho una gran labor aquellos primeros años.
Los presupuestos municipales no eran muy abundantes, pero Manuel Cabello se las apañó para convencer a todos, autoridades y vecinos, de que era posible construir, entre todos aquella glorieta.
Y así fue; unos y otros pusieron de su parte, arrimaron el hombro y, finalmente, lo consiguieron: Construyeron la glorieta entre todos. Aquel verano de 1973 el museo al aire libre de Ubrique pudo ser inaugurado.
Diario ABC Amores
Junio 1973
Y nos ha encantado encontrar la fotografía que hoy publicamos: un grupo de niños, todos ellos batidores de Misión Rescate, entre los que distinguimos a muchos conocidos, entre ellos nuestros hermanos, celebran que por fin está colocada la fuente que aún hoy día sigue presidiendo la plaza.
También vemos la farola, la famosa farola de la Plaza, algunas piedras de molino y trozos de columna.
Lamentablemente hace unos años tuvimos que dar la voz de alarma para que se tomaran las medidas oportunas (en febrero de 2011, en este enlace), pues veíamos que las piezas arqueológicas allí expuestas estaban en peligro, no solo por la intemperie, sino por los desaprensivos. Hablamos con nuestra tía María Remedios Izquierdo, entonces concejala en el ayuntamiento, y le explicamos el problema que veíamos. Habían asaltado recientemente un yacimiento en Bornos y veíamos como hay cada vez más desaprensivos, capaces de arrancar cualquier parte de nuestro patrimonio.
Los responsables municipales se pusieron manos a la obra y al día siguiente llevaron las piezas al San Juan de Letrán. Allí comenzaron a formar la primera parte de un futuro museo arqueológico ubriqueño. ¡Eso sí que le habría encantado a Manuel Cabello!
A todos nos causó una gran desazón ver que se desmantelaba la exposición arqueológica de la plaza de Misión Rescate, pero era preferible que estos tesoros, patrimonio de todos los ubriqueños, se conservaran mejor custodiados y sin soportar la intemperie.
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