miércoles, 16 de septiembre de 2015

Buena fruta y a muy buen precio. La exposición de David Bulpe, XII


¡Buena fruta y a muy buen precio!


Por Esperanza Cabello

La fotografía en blanco y negro pertenece al archivo de la familia Cabello Izquierdo. Está hecha en los alrededores de la iglesia en  los sesenta.

Corrían buenos años para el casco antiguo, en esta zona se desarrollaba casi todo el comercio del pueblo. El mercado de abastos, justo enfrente de la iglesia, vivía sus mejores tiempos: carnes, pescados, frutas y verduras autóctonas.

La familia Arenas se había dedicado al comercio en la última generación. El bisabuelo, Ildefonso, había llegado a Ubrique desde Villaluenga buscando mejores ofertas. El abuelo, Diego, había sido carpintero, y los hijos, Alfonso y Pura, se dedicaron al comercio. Al principio traían el pescado desde Algeciras, ya en camiones, y Rojas, el pregonero, iba pregonando por las calles qué pescado había y a cuánto el kilo.

A finales de los cincuenta hicieron amistad con una familia de Sanlúcar, Manolo, Lola y su hijo Josué, que empezaron a venir a Ubrique para poner un puesto ambulante. Primero en la plaza de la Verdura y más tarde junto a la iglesia. Alfonso, conocido en todo el pueblo como “Fidel”, y su sobrino Ángel, se encargaron entonces de otros puestos ambulantes, con una excelente fruta y buenísimas papas de Sanlúcar que hicieron el furor de las cocineras ubriqueñas. En la foto vemos a Fidel con su boina y a su sobrino Ángel vendiendo. La señora del fondo es Adela, la que vivía en el callejoncito que sube de la Torre a la calle Villaluenga. Y los precios de la fruta, ¡en pesetas! A diez pesetas el kilo de uvas, a cuatro el de cebollas, a ocho el de tomates…

Detrás de los puestos, justo en la puerta de la clínica podológica actual, el “dos caballos” de Manuel Cabello, azulito, con matrícula de Málaga.

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