Por Esperanza Cabello
Esta tarde ha tenido lugar, en el Museo de la Piel de Ubrique, uno de los momentos más esperados y más memorables del año: don Luis Domínguez Rojas, uno de nuestros artistas más reputados, ha inaugurado las dos salas que desde hoy albergaran una muestra de sus obras, su legado para todos los ubriqueños.
Entrada a las salas del Legado de Luis Domínguez Rojas
Se trata de dos salas que están en el claustro del Convento de Capuchinos, en las que desde hoy podemos admirar sus obras, de una calidad artística innegable.
El acto ha estado presidido por la alcaldesa de Ubrique, Isabel Gómez García, y el concejal de Cultura y Festejos, José Manuel Fernández Rivera, ha actuado como maestro de ceremonias.
Después de una breve presentación del homenajeado, José Manuel Fernández ha ido dando la palabra a amigos, compañeros y admiradores de Luis, que le han dedicado palabras emocionadas y apasionadas.
En primer lugar Celia Bulpe, ferviente admiradora y amiga del artista, ha hecho un recorrido por su obra, le ha dado la enhorabuena y nos ha explicado cómo están repartidos algunos de los cuadros de Luis:
Hola muy
buenas tardes a todos y a todas los que han querido acompañar en este día tan importante.
A
don Luis Domínguez Rojas: hoy es un día muy especial, emotivo, importante y
lleno de ilusión porque por fin hoy es:
La
inauguración de la sala de su legado al pueblo de Ubrique
Para
él un sueño hecho realidad, pues desde hace ya años el artista dio a conocer su
gran deseo de regalar sus obras al pueblo de Ubrique y nunca llegaba el día en
encontrarle un sitio a sus extraordinarias y valiosas obras de arte, dedicadas
en su esplendor a la talla en piel y la pintura al oleo
Para mí el
arte de Luis ni se compra ni se vende; le nace del alma, le florece del corazón
y con su punzón y al ritmo del son, él talla la piel y la pinta al óleo con
tanta ilusión, aprovechando el extraordinario y prestigioso don que Dios le
dio.
Hay que
reconocer el gran corazón que Luis tiene, pues a ningún artista le gusta
regalar un pedacito de sí, pues como él dice sus cuadros son como hijos.
Los buenos
sentimientos del alma, la solidaridad y la gran humanidad que Luis Domínguez Rojas
tiene le salen del corazón.
A continuación
voy a nombrar todas las obras que el artista ha regalado a las distintas
organizaciones e instituciones.
-"Iglesia
Nuestra Señora de la O": un cuadro de fray Leopoldo de Alpandeire
-"Residencia
de ancianos de Ubrique": un cuadro de Jesucristo Resucitado
-Al paso de la
Hermandad del Cautivo: todos los carteles tallados del paso para procesionar a
nuestro padre Jesús cautivo.
-Escuela de
artesanos de la piel: 2 cuadros.
-Salón de
plenos del ayuntamiento de Ubrique: un cuadro
-A los niños
de “Vamos Juntos” un cuadro de Jesús Cautivo para que se realice un sorteo y
todo lo que se recaude vaya destinado a esta asociación.
-Bar Moro: 2
cuadros.
Muchas gracias,
don Luis, por regalarnos "un pedacito de ti "en todas y cada una de
las obras que realizas con tanto amor y por dejar al pueblo de Ubrique tan
valioso tesoro, para que todos podamos contemplar, ver y admirar todo tu arte,
tu duende, tu salero y tu don.
Tus
cuadros desprenden alegría, pasión, arte, devoción; rebosan cultura, ciudades y
religión, es como el cante flamenco, que desprende mucho arte y compás, como diría
nuestro amigo Manolo Román
Luis: para mí
sería todo un honor y un orgullo que un día fueses nombrado "Hijo Predilecto
del pueblo de Ubrique", pues qué mejor representante del arte de la piel
que tú , ya que no solo tallas la piel con arte, sino que la conjugas con el óleo
y eres la única persona que tiene ese grandioso don, pues ya se sabe que
nuestro querido pueblo de Ubrique es la cuna del articulo de la piel y es
reconocido por tal arte y por ser tan pintoresco lugar, por eso y porque eres
un gran artista y una gran persona te mereces eso y mucho más.
Muchas gracias
a don Luis Domínguez Rojas, al concejal de festejos don José Manuel Fernández Rivera
y a la alcaldesa de Ubrique doña Isabel Gómez Garcia, por hacer realidad el
sueño de Luis y por dejarnos contemplar las obras de este gran artista
Celia
Bulpe Solano
Legado de Luis Domínguez Rojas
A continuación Teodoro Leo Menor, amigo de Luis, ha trazado una preciosa semblanza del artista:
Hablar de Luis Domínguez Rojas
es hablar de un artista consagrado, un escultor de la piel que ha elaborado
obras increíbles con su cincel y su martillos. Debo decir que no me ha unido a
él una especial relación afectiva, ni siquiera la cercanía del espectador que
asiste cada día a la evolución del artista y percibe con satisfacción los ecos
armoniosos del cincel acariciando la piel. Mi ausencia durante tantos años del
valle virtuoso (Ubrique) me impidió asistir a la preliminar explosión de la
primavera del artista, a los años de la madurez florida y a la lucidez sideral
del artista consagrado. Mi primer contacto con el autor tuvo que nacer después,
un día del mes de abril de 2013, cuando en un escenario bucólico de monte
mediterráneo, en presencia de un buen ramillete de amigos, pude comprobar
directamente la torrencial fragancia que emanan los sentidos de Luis Domínguez
Rojas. Allí pude conocer al hombre y allí pude disipar las dudas, si las tenía,
de encontrarme ante un ser excepcional. En aquel ambiente delicioso pude
sentir, en la emoción contenida, el magnetismo del artista, la germinal
claridad que irradian sus ojos, el arpegio luminoso de su voz y los silencios
profundos de la nostalgia. Ese día nació el compromiso con el autor de la obra.
Por
lo que respecta al compromiso con el contenido de la obra, han concurrido
circunstancias extraordinarias que me han permitido -contemplando los cuadros
de Luis Domínguez- recrearme en la belleza de la filigrana en piel, en la
profundidad de los surcos heridos de la melancolía y en los abruptos oteros de
la efervescencia, aromas que emanan de todos los poros de la ya extensa obra de
Luis Domínguez Rojas y que el artista ha sabido impregnar con su especial
sabiduría y
sensibilidad
En
el momento actual, como en otros muchos periodos a lo largo de la historia, los
artistas constituyen la vanguardia de la confianza en el hombre. Vivimos,
ciertamente, tiempos de zozobra, de crisis económica pero también de crisis de
valores. Por eso, en esta etapa crucial cuyo desenlace ni siquiera podemos
intuir, el arte, en todas sus manifestaciones,
debe
aportar la chispa iridiscente que ilumine toda nuestra existencia.
El
arte, ajeno a voluptuosas ataduras ideológicas y a los presupuestos de una fraudulenta
intelectualidad de nómina que acapara valores éticos, morales y estéticos que
en absoluto le pertenecen, debe comparecer en el escenario de la vida y recoger
los restos del naufragio para construir un mundo nuevo.
En este contexto aparece la figura
de un excelso y preclaro ubriqueño, Luis Domínguez Rojas, cuya obra alcanza ya
límites insospechados.
La dilatada trayectoria del autor abarca tres
etapas fundamentales:
Una primera como repujador, que corresponde a sus
años de juventud y el inicio de una productiva madurez. Luis Domínguez comienza
a trabajar a los 16 años como repujador en el taller de Juan Carrasco (uno de
los pioneros, junto a Francisco García, de este arte en Ubrique). Los primeros
repujadores eran tallistas y comenzaron a hacer planchas de madera para grabar
la piel, a cuyos grabados daban luego sombreado y perfilado y sombra a color.
Las dos facetas del repujado eran la plumilla y el grabado (los apuntes con
plumilla de tinta china se hacían directamente en la piel y fueron excepcionales
y conocidos en toda España los motivos de toreo y baile flamenco, dirigidos
especialmente al turismo). El arte del repujado se desarrolla a partir de los
años cuarenta del siglo XX.
Resulta curioso señalar que esta escuela de repujadores ubriqueños
fue el embrión de lo que luego se conoció como “escuela ubriqueña de pintura”,
nacida de la afición de los alumnos del repujado por la pintura.
Una segunda etapa que coincide con el estadio medio de su
recorrido vital, donde se consolidan sus coordenadas intelectuales y
artísticas: la pintura en lienzo al óleo. Esta etapa la comienza a los 35 años
y es de destacar la abundante colección de paisajes de Ubrique y motivos de
cacería y retratos. Fruto de esta importante producción artística son los
premios que recibe en reconocimiento a su maestría con el pincel.
Una tercera etapa donde el artista es ya un hombre en plena
madurez, donde la rebeldía de la juventud ha dado paso a la quietud apasionada.
Aquí utiliza la técnica del grabado a mano en la piel de forma totalmente
artesanal.
Durante
estos últimos 20 años, el artista investiga dentro de los caminos del grabado
hasta llegar al momento culminante de su carrera, la talla y escultura en piel,
donde ha desarrollado toda su técnica, alcanzando el máximo nivel, la madurez
artística
y
una personalidad propia dentro de este arte, llegando a ser considerada su obra
por grandes expertos como única e inigualable.
No
puedo dejar de mencionar, como el cénit de esta etapa fundamental en la carrera
del artista, la colección dedicada a los personajes de la Grecia clásica, de la
Roma imperial y del periodo más fructífero de la presencia árabe en España.
Hoy,
a sus 81 años, podemos contemplar al artista en su museo-taller de Ubrique con
su cincel y su martillo, sus grandes compañeros de trabajo, realizando obras
inigualables que han traspasado nuestras fronteras y pueden apreciarse en
diversos países como EEUU, Francia, Inglaterra o Argentina, donde es motivo de
discusión por parte de críticos y entendidos en el mundo del arte.
Por
último, debo destacar la grata noticia que hemos podido conocer y que es el
motivo de nuestra presencia en este marco incomparable: el autor, haciendo
valer su alto concepto del altruismo y de la filantropía, ha donado una parte
importante de su obra al pueblo de Ubrique, la cual podrá contemplarse, para
regocijo de propios y extraños, entre los muros del noble y antiquísimo
Convento de Capuchinos de Ubrique, lugar donde nos encontramos en este momento
y donde están expuestas las obras que forman parte ya del patrimonio cultural y
artístico de la ciudad de Ubrique.
TEODORO LEO MENOR Ubrique, marzo de 2017
Homenaje a la Patacabra: regalo de Luis Domínguez al Ayuntamiento de Ubrique
En tercer lugar Juan Enrique Gutiérrez, Director de la Escuela de Artesanos de la Piel de Ubrique, con la que Luis colabora como maestro voluntario, tuvo unas sentidas palabras de agradecimiento para el maestro artista.
"Luis Domínguez Rojas encarna en su
persona la
filosofía de
nuestra Escuela de Artesanos de la Piel de Ubrique, la cual tiene a gala contar con él en calidad de maestro voluntario.
Esfuerzo,
amor por lo
bien hecho, espíritu de superación, generosidad,
entrega y
algo también muy importante: humildad.
Pocas personas transmiten con
su arte y
oficio el saber
de toda una vida, las técnicas que nos
hacen ser únicos y que corren el
riesgo de
perderse, porque nuestra
artesanía ubriqueña es
cultura, cultura que rinde homenaje
a miles de
hombres y mujeres que desde el más
remoto pasado han contribuido con su esfuerzo a
hacer grande
nuestro pueblo.
Y además de la faceta profesional, en el caso de Luis no debemos pasar por alto su calidad humana, fuera de toda duda, un valor que aglutina en su persona un compendio difícil de conseguir.
Trabajador sin
descanso, parece que le
faltan horas
para dedicarse a So que más le gusta, si bien
no le pesa lo más mínimo. Siempre
innovando, creando arte, superándose
y experimentando.
Todo un ejemplo para las futuras generaciones.
Que
en tus paseos por el campo, donde sabes mirar donde otros no reparan,
encuentres la inspiración que te ilumina y permite concebir tus obras, porque
eres creador, arte con mayúsculas.
Es un placer poder contemplar
hoy, como se merece, un legado
de su
importantísima obra, a disposición
no solo de Ubrique y sus
conciudadanos, sino de toda persona que tenga la sensibilidad suficiente como
para
apreciar lo
que contempla.
Querido Luis, un millón de gracias por las dos obras que has donado a nuestra Escuela, las cuales cuidaremos, preservaremos y enseñaremos a todo el que nos visite, y sobre todo, un millón de gracias por compartir lo más valioso que tienes: tu tiempo, tu energía y
tu
generosidad para enseñar, con
mayúsculas, tu arte.
Muchas gracias.
Una de las salas dedicadas al legado de Luis Domínguez
A continuación José López López "Pepe er de Genoveva", subió al estrado para hacer entrega, en nombre del ayuntamiento, de un pergamino en piel en el que quedaba reflejada la biografía de nuestro repujador ubriqueño.
Terminadas estas palabras, el autor respondió dando las gracias al público asistente y agradeciendo desde lo más profundo este homenaje y todas las palabras de sus amigos y personas queridas.
Se siente muy satisfecho de contar, después de varios años de preparación, con estas dos salas en un lugar tan representativo de nuestro pueblo como es el Convento de Capuchinos, que alberga el Museo de la Piel de Ubrique.
Regalo conmemorativo de esta inauguración
José Manuel Fernández Rivera cedió el último turno de palabra a nuestra alcaldesa, Isabel Gómez García, que tuvo palabras de agradecimiento para todos y de felicitación para "uno de los grandes", pues considera a Luid Domínguez un "gran artista", no solo por su calidad artística, sino por su calidad humana. Le agradeció en nombre del pueblo de Ubrique el legado que deja para la posteridad y también tuvo un reconocimiento para todas las personas que han hecho posible este legado y la apertura de las dos salas, desde los trabajadores del Museo de la Piel hasta los técnicos de cultura del ayuntamiento, la Escuela de Artesanos y especialmente al Concejal de Cultura.
Detalle de uno de los cuadros legados por Luis Domínguez Rojas
El artista hizo entrega de un cuadro repujado en piel con un Homenaje a la Patacabra a la alcaldesa en agradecimiento al pueblo de Ubrque y Celia Bulpe le hizo entrega de un trofeo conmemorativo de este gran día para todos.
Detalle de uno de los cuadros donados por Luis Domínguez Rojas
Finalmente tuvo lugar la inauguración de las dos salas dedicadas a Luis Domínguez Rojas en el Museo de la Piel de Ubrique. Todos los asistentes al acto pudimos disfrutar de sus cuadros, admirando sus detalles y la riqueza de líneas. Son verdaderamente impresionantes.
Ha sido realmente un privilegio poder asistir esta tarde a un homenaje tan merecido, quisiéramos dar las gracias en primer lugar a nuestro amigo David Bulpe que nos ha "convidado" a acudir, y también a Pepe López, a Celia Bulpe, a Teodoro Leo y a Juan Enrique que nos han proporcionado sus discursos.
Pero sobre todo queremos agradecer a Luis Domínguez que nos haya dado, a todos los ubriqueños, la posibilidad de admirar sus obras libremente, aumentando nuestro patrimonio y permitiendo que quede constancia para las generaciones venideras, y a nuestra alcaldesa y nuestros concejales por tener la sensibilidad necesaria para apreciar el arte, la cultura y la importancia de nuestras raíces, poniéndolos en valor cada vez que es posible.
Nos sentimos muy orgullosos de todos ellos. Gracias.
No podíamos terminar realmente sin recordar el segundo capítulo de "Ubrique, como yo lo siento", un documental de David Bulpe dedicado, en este caso, a Luis Domínguez Rojas. Pinchar en este enlace para verlo.
También les invitamos a ver la exposición que el artista realizó en el Centro de Interpretación de la Historia de Ubrique, en la ermita de San Juan de Letrán. En este enlace.
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