Francisco Cabello Izquierdo a la puerta de la Escuela nº 379
Florentino Ameghino en Sunchales, Argentina
Por Esperanza Cabello
Hace muchos, muchos años que empezó esta "aventura", más de ciento veinte años. Un jovencito maestro recién casado, Francisco Cabello Medina, que había nacido en Sedella (Málaga) en 1860, decidió ir con su mujer, Joaquina Orellana, a ejercer su magisterio a Argentina (en este enlace podemos leer la historia).
Francisco y Joaquina crearon una gran familia numerosa; él fue el segundo director de la escuela número 379 Florentino Ameghino en Sunchales, y estuvo trabajando en ella hasta su repentina muerte a principios del siglo pasado.
Joaquina volvió a España con sus hijos, y se vino a vivir a Ubrique, donde vivía José Cabello, el hermano de Francisco, que era sacerdote. (En este enlace podemos leer los datos).
Uno de los hijos de Joaquina y Francisco era nuestro abuelo Francisco Cabello Orellana, que siempre tuvo en su crazón el recuerdo de su Argentina natal, a la que no volvió jamás.
Nuestro padre consiguió, en 1994, volver al hogar de sus abuelos, al lugar de nacimiento de su padre y a la escuela de la que su abuelo había sido director.
Entonces lo recibieron muy cariñosamente, para todos era un orgullo que un descendiente de aquel director volviera buscando sus raíces. Hubo fiestas, fotografías, regalos, conferencias...
Estamos seguros de que su presencia allí dejó huella, él al menos, y nuestra madre, no olvidaron jamás ese viaje.
Hace siete años nuestro sobrino Francisco Cabello Oliva, siguiendo los pasos de su tatarabuelo, emigró a Argentina para trabajar. Aprovechó la ocasión para volver sobre los pasos de su abuelo Manolo y lo hizo acompañado del recordado Miguel de Orellana. Unos momentos magníficos.
Y ahora, ciento veinte años después de que su bisabuelo maestro Francisco Cabello Medina estuviera trabajando en Sunchales, nuestro hermano Francisco Cabello Izquierdo ha vuelto a la escuela de su bisabuelo.
Y precisamente comienzan a celebrar los ciento veinte años de la fundación de la escuela, por lo que la visita de los dos Francisco Cabello ha sido el primer acto oficial de esta celebración.
Allí han recordado el viaje de nuestros padres, guardan con cariño los libros y el pergamino que ellos les dejaron. Conservan la correspondencia que intercambiaron preparando el viaje (ahora lo ha organizado todo nuestro sobrino, que quería dar la sorpresa a su padre) y varios documentos relativos a Francisco Cabello.
Si nuestro padre hubiera podido verlo, habría estado entusiasmado de ver a dos Francisco Cabello en la escuela de su abuelo. Imaginamos que también para nuestro hermano ha debido de ser increíble, esta era su explicación:
Hemos estado en Sunchales y el colegio Fiorentino Ameguino, n° 379, lugar donde nuestro bisabuelo Francisco Cabello y desde donde nuestro abuelo Paco salió con nueve años para Ubrique con su madre
Este lugar es parte de nuestras raíces y de la historia de la fábrica Cabello
He vuelto 25 años después de que lo hicieron mis padres y unos 120 años después de nuestro bisabuelo
No os podéis ni imaginar el recibimiento que nos hicieron, como alguien muy importante, no me lo esperaba ni en mis mayores espectativas
Y tampoco me podía imaginar el reconocimiento que tiene el apellido CABELLO, con mayúsculas en ese lugar, con placa incluida en la puerta de la escuela que pone el nombre de los primeros directores, entre ellos Francisco Cabello Medina, nuestro bisabuelo.
Fue muy emotivo ver ese nombre y pisar ese lugar.
Es tanto el aprecio que le tienen que van a proponer a la Municipalidad de Sunchales que pongan el nombre de una calle Francisco Cabello Medina
Por la noche estuvimos reunidos con otra parte de nuestra familia, los Orellana, que se quedaron en la zona de Santa Fe, cerca de Sunchales
El recibimiento fue mucho más emotivo, porque, de alguna manera, llevamos la misma sangre
Ha merecido la pena, con creces, hacer este viaje y conocer parte de nuestras raíces.
Este lugar es parte de nuestras raíces y de la historia de la fábrica Cabello
He vuelto 25 años después de que lo hicieron mis padres y unos 120 años después de nuestro bisabuelo
No os podéis ni imaginar el recibimiento que nos hicieron, como alguien muy importante, no me lo esperaba ni en mis mayores espectativas
Y tampoco me podía imaginar el reconocimiento que tiene el apellido CABELLO, con mayúsculas en ese lugar, con placa incluida en la puerta de la escuela que pone el nombre de los primeros directores, entre ellos Francisco Cabello Medina, nuestro bisabuelo.
Fue muy emotivo ver ese nombre y pisar ese lugar.
Es tanto el aprecio que le tienen que van a proponer a la Municipalidad de Sunchales que pongan el nombre de una calle Francisco Cabello Medina
Por la noche estuvimos reunidos con otra parte de nuestra familia, los Orellana, que se quedaron en la zona de Santa Fe, cerca de Sunchales
El recibimiento fue mucho más emotivo, porque, de alguna manera, llevamos la misma sangre
Ha merecido la pena, con creces, hacer este viaje y conocer parte de nuestras raíces.
Recibimiento por parte de los responsables
La llegada de los dos Francisco Cabello ha sido una fiesta
Placa commemorativa de lso 120 años de la escuela
Francisco Cabello y Francisco Cabello delante de la placa dedicada a Francisco Cabello
Placas dedicadas a los directores de la escuela
Llegando a Sunchales, el sueño de los Cabello de Ubrique
Con un historiador local y las maestras
Un emotivo discurso de agradecimiento
Celebrando con la familia Orellana, besos para todos
Los recuerdos de Manuel Cabello en la escuela de su abuelo
Un momento de la recepción
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