Por Esperanza Cabello
Hace unos años (en este enlace) nos pusimos en contacto con la responsable de la biblioteca del Real Centro Universitario del Escorial, doña María Paz Alonso Campos, pidiéndole información sobre los trabajos de nuestro tío Leandro Izquierdo había hecho durante sus años de estudios y que habíansido seleccionados y publicados en la revista del centro.
Muy amablemente doña María Paz nos envió todos esos trabajos, unos deliciosos trabajos de unjoven ubriqueño de pluma ágil, inteligencia despierta y sensibilidad lírica muy desarrollada.
Uno de ellos, publicado en el Tomo 6 de la Segunda Época, en la página 72, es "Triana, novia del cielo", que a continuación publicamos y que queremos dedicar no solo a nuestro tío, deseándole lo mejor, sino también a su hermana María Remedios, que hoy es el día de su cumpleaños, y seguro que disfrutó con estas poesías de su querido hermano.
Triana: barrio del brillo
de pulidas lentejuelas.
Tiene solo una palabra
que es el eco de una estrella.
Se corona de luceros.
Se viste de primavera
¡Si es el bello relicario
que guarda a la Macarena!
Esa Virgen que, al mirarla,
nos hace sentir sus penas.
Esa Virgen a quien cantan
los gitanos sus saetas.
***
Unas voces, unas palmas;
un ambiente de taberna, y,
entre los palmas y gritos,
se oye el vibrar de unas cuerdas
de una guitarra que llora
y se desgarra de pena;
un gitano “aficionao”
que canta por “Canalejas”
con alegrías a «Cái»
que son risas lastimeras.
Junto a él, una gitana
que baila y caracolea
con «vestío» de volantes
y en la cabeza una peina
adornada de claveles
rojos, de sangre morena;
labios “requetepintaos”.
Baila y baila, dando vueltas,
y los gitanos se excitan
y la aplauden, y la alegran…
* * *
Una guitarra que llora
y se desgarra de pena…
***
Oscurece, y en el cielo
se oye el canto de una estrella,
y en la taberna, el llorar
de una guitarra, ya vieja,
con cinco cuerdas cansadas
de tanto gemir de pena.
Un gitanillo trianero
gesticula y se lamenta
Cantando una “colombiana”
a la vez que taconea.
Manzanilla y aceitunas
se derraman por las mesas;
huele a mosto y aguardiente:
como huele una taberna.
Triana, es siempre Triana:
luces y cantos de ferias.
Cuando canta, canta fuerte;
canta como la primera.
Y, …cuando llora Triana,
llora con la Macarena.
***
Un silencio que es suspiro
hay de noche en las callejas.
El gitano y la gitana
se aman en la callejuela,
y en el cielo se enamoran
un lucero y una estrella.
Él se marcha, a cada paso
vuelve hacia atrás la cabeza
hasta que una esquina corta
el idilio de la escena…
***
Al llegar la media noche
aún siguen en la taberna
los llantos de la guitarra,
cante “jondo”, luz y juergas…
***
Mientras llora una guitarra
canta en el cielo una estrella.
LEANDRO IZQUIERDO, 1954
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