BENAOJÁN. PAISAJES DE 1575
EL ZUMAQUE: ZUMACALES EN BENAOJÁN EN EL SIGLO XVI
1. DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
El zumaque (Rhus coriaria) es un arbusto que suele crecer por encima de 1 m de altura (llegando en ocasiones a tres). Posee hojas muy verdes con tacto suave y casi aterciopelado Las flores crecen en forma de ramilletes y poseen un color pardo rojizo; el fruto es del tamaño de un guisante de color pardo-rojizo. Florece en primavera o verano, y los frutos maduran al final de éste o en otoño.
2. ORIGEN Y DISTRIBUCIÓN
Se cree que esta especie llegó a la Península Ibérica en el siglo X, traída por los árabes que la denominaban “çumac”.
En el pasado, su área de distribución fue amplia, pero en nuestros días suele encontrarse en lindes de cultivos, bordes de caminos, carreteras y en general, en zonas agrícolas marginales.
Se trata, pues, de una planta que en su día fue cultivada y hoy solo crece de manera silvestre.
3. LOS ZUMACALES DE BENAOJÁN EN EL SIGLO XVI.
En la fuente documental escrita de 1575, el libro de Apeo y Repartimiento de Benaoján, se citan tres zumacales. Uno en las viñas de la Moraleda y los otros dos en las Viñas Viejas; de estos últimos, uno se encontraba al lado del arroyo que baja de la Cueva de las Pasas y el otro junto al rio y al camino del Charco Moro y la Angostura.
No se especifica la extensión ocupada por estos zumacales, pero se supone que eran lo suficientemente extensos como para proporcionar la cantidad que requería la curtiduría de Benaoján.
4. USOS TRADICIONALES.
El zumaque tuvo una gran importancia económica en el pasado medieval debido a su alto contenido en taninos (hasta el 35 por ciento) respecto a otros vegetales. Su nombre científico es Rhus coriaria, que traducido del griego significa “rojo del cuero”, ya que su principal función era curtir y teñir pieles. Por esta razón, ha sido empleada como tal, y es por eso que se cultivaba frecuentemente cerca de las tenerías (lugares destinados a curtir y trabajar la piel).
Otro uso importante es como planta tintórea. Era muy apreciado para teñir la lana y otras fibras, incluido el esparto, con hermosos y variados colores dependiendo de la parte de la planta utilizaba. De sus frutos se obtenía el marrón, el gris y el negro; de las ramillas y hojas el amarillo verdoso; y de la corteza de la raíz, el rojizo.
En cosmética, se utilizaba para teñir de negro los cabellos mediante el cocimiento de sus hojas.
En cuanto a sus aplicaciones farmacológicas, se sabe que los taninos tienen propiedades astringentes y antifúngicas, por lo que ha sido empleado en medicina popular para combatir diarreas y otros trastornos. También se usaba contra el escorbuto.
El zumaque y otras especies de su género, debido al color rojo de sus hojas y frutos durante el otoño (de ahí su nombre genérico Rhus, que parece proceder del celta “rhud”: rojo), además de tolerar bien distintos tipos de suelos, lo cual es una ventaja para la jardinería.
Su uso culinario también está muy extendido. Aunque el fruto inmaduro puede llegar a ser tóxico, una vez maduro tiene un sabor ácido y afrutado característico que los romanos utilizaban como acidulante. En los países árabes todavía se elabora una especie con sus frutos maduros, secos y molidos para condimentar carnes y pescados, arroces y otros cereales, así como para formar parte de vinagretas para verduras y ensaladas.
CULTIVO, RECOLECCIÓN Y PROCESAMIENTO
1. Siembra
El cultivo se hacía en pequeñas parcelas donde se plantaban en líneas. Estas tierras se denominaban “zumacales o zumaqueras”. Los trabajos comenzaban en marzo “aricando” el zumaque con un arado de reja pequeña.
En Andalucía el zumaque se sembraba durante los meses de invierno. El agrónomo andalusí Ibn al Awwan dedica un breve apartado a su siembra, indicando que se llevaba a cabo en enero, y mencionando las tierras que le son aptas para ello: “son propicias para el zumaque los montes, los peñascales y las tierras firmes”.
2. Recolección.
Durante los meses de agosto y septiembre, se cortaban las ramas de zumaque y se dejaban secar durante dos o tres días en el zumacal, agrupándolas luego en haces o gavillas
Septiembre era la época de la recolección. La planta se cortaba con un garillo (una especie de hoz pequeña) a ras de tierra, agrupándola en pequeños haces que eran transportados con animales de carga a la era donde se realizaba la trilla.
3. Trillado
Posteriormente, se deshacían las gavillas en la era para que se secaran correctamente Una vez secas y limpias, sin varetas, las hojas eran trilladas.
Los trillos de la época eran de arrrastre: un tablero grueso, hecho con varias tablas, de forma rectangular o trapecial, con la parte frontal algo más estrecha y curvada hacia arriba (como un trineo) y cuyo vientre estaba guarnecido de esquirlas cortantes de piedra (lascas) que magistralmente eran insertadas en las ranuras por los maestros trilleros o briqueros.
El trillo era arrastrado tradicionalmente por mulas o por bueyes sobre las parvas repartidas en la era. Al moverse en círculos sobre la cosecha extendida, las lascas, o las cuchillas, cortaban el material (que quedaba entre el trillo y el empedrado de cantos rodados del suelo de la era). Posteriormente se amontonaba, la parva trillada y se disponía para ser limpiada de todas aquellas varetas desnudas de hojas que quedaran. El material limpio y seco se recogida en sacos de esparto.
4. Molido
Las tahonas (molinos) no solo servían para moler grano, sino también para otros productos como el zumaque. Con las piedras de moler o alfarjes, el zumaque trillado se reducía a polvo ya que cuanto más finas fueran las partículas mejor se aprovecharía el tanino contenido en ellas.
El polvo obtenido mediante la trituración de las hojas de zumaque, cuyo contenido en tanino puede alcanzar el 32% de su peso total, se utilizaba directamente como agente curtiente.
Los “alfarjes” y piedras de moler zumaque y corteza solían estar dentro de las propias tenerías para permitir a los curtidores controlar todo el proceso.
El zumaque es una planta que en su día fue cultivada para ser aprovechada por el hombre, y deja de ser cultivada cuando se encuentran otros productos más económicos que la sustituyen en su uso.
Hoy en día solo crece de manera silvestre. En aquellos lugares donde aún permanece los zumacales dibujan, una tonalidad verde intenso en primavera y bermellón entre octubre y noviembre, embelleciendo de forma destacada el paisaje natural.
**Algunas de las imágenes que acompañan a este articulo han sido extraídas del documental de Eugenio Monesma “Zumaque (Sumac): recolección, trilla y uso tradicional”
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