Por Esperanza Cabello
Hace un par de semanas anunciábamos el descubrimiento de una copia del manuscrito de don Juan Vegazo. En él leíamos, mientras hablábamos del acueducto romano que daba agua a Ocurris, que el don Diego José de Ubrique, guardián del convento de Málaga, había confirmado a don Juan Vegazo que él mismo había visto uno de los atanores que servían para mantener la estructura.
En ese primer momento pensamos que se trataba de un lapsus de don Juan, que había querido decir Diego José de Cádiz (que no fue beatificado hasta abril de 1894, por León XIII), y que, por conocerlo del pueblo -téngase en cuenta que fueron coetáneos, pues Diego José nació en 1743 y murió en 1801-, lo había llamado "de Ubrique".
Pero, releyendo el libro de fray Sebastián, "Historia de la Villa de Ubrique", buscando información sobre el presbítero Francisco Guerrero a raíz de una conversación con nuestra amiga María Rosado, nos topamos con el escrito que inicia esta entrada.
¡Existió un fray Diego José de Ubrique! Un fraile capuchino que había muerto en el convento de Ubrique en 1823 y que estaba enterrado en el coro bajo del propio convento.
Un fraile capuchino que había sido guardián del convento de Málaga, tal y como apuntaba don Juan Vegazo.
Por consiguiente debemos desdecirnos del comentario que hacíamos sobre el lapsus de don Juan Vegazo, el lapsus ha sido nuestro, y resulta que don Juan, el Beato Diego de Cádiz y fray Diego José de Ubrique fueron habitantes del pueblo en la segunda mitad del siglo XVIII.
Imaginamos que fray Diego José de Ubrique, más joven que su paisano, tomó su nombre en homenaje a fray Diego José de Cádiz, José Francisco López-Caamaño y García Pérez, hijo de la ubriqueña María García Pérez de Ocaña.
Una ubriqueña singular, no cabe duda, en este artículo de José María Gavira podemos saber más sobre doña María.
En el libro "Historia de la villa de Ubrique", fray Sebastián escribe lo siguiente sobre fray Diego José de Ubrique:
El muy reverendo padre Diego José de Ubrique
En el año de 1823 murió en este convento el MRP Diego José de Ubrique
Fue hombre de mucho talento y disposición. Ganó por oposición el título de lector en teología, y transcurrido el tiempo de su magisterio, fue guardián de los conventos de Málaga, Granada y Ubrique, y elegido en definidor provincial. En este elevado cargo, se interesó por la restauración del convento, convaleciente con los estragos de la Guerra de la Independencia con su predicación y limosnas por él recogidas.
Su nombre figura con honor en la crónica del convento de capuchinos. Fue muy devoto de Nuestra Señora de los Remedios.
Está enterrado en el coro bajo del convento de capuchinos, y su lápida dice así:
AQUÍ YACE EL M.R.P. FR. DIEGO JOSÉ DE UBRIQUE
EX-LECTOR DE SAGRADA TEOLOGÍA, GUARDIÁN QUE
FUE DE LOS CONVENTOS DE MÁLAGA, GRANADA Y UBRIQUE.
DEFINIDOR 2º DE LA PROVINCIA
MURIÓ EL 9 DE FEBRERO DE 1823 R.I.P.
Ya solo nos queda aprender algo más de nuestro paisano fray Diego José de Ubrique. El pobre está desaparecido por el momento, pues todas las referencias y los recuerdos se van hacia el beato, pero seguro que en las crónicas capuchinas encontramos más datos sobre él, al menos quién era, cómo se llamaba "en el siglo" (en la vida secular), cuál era su familia. Estamos realmente interesados.
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