Historia instrumental de la fundación del Convento de Capuchinos de Ubrique. Escrita por el Reverendo Padre Fray Nicolás de Córdoba, ex Lector de Teología Moral, Custodio primero y Cronista de esta Provincia. Año de 1759
Por Esperanza Cabello
A lo largo de estos casi dieciocho años de trabajo en el blog hemos hecho muy buenos amigos, hemos conocido a gente muy interesante que tiene intereses parecidos a los nuestros y que son, para nosotros, un ejemplo y una gran ayuda.
Y la historia que contaremos hoy tiene mucho que ver con uno de esos amigos. Félix Mateos (en este enlace), historiador de la Universidad de Sevilla, con quien tomamos contacto hace unos diez años, a raíz del trabajo sobre la maestra ubriqueña Isabel Esquivel (él es su nieto). En este tiempo Félix nos ha asesorado, nos ha acompañado y nos ha instruido no solo sobre su familia, sino sobre nuestro pueblo.
En los últimos meses, buscando documentación sobre fray Diego José de Ubrique, le pedimos que buscara, si era posible, su "Historia del convento de Ubrique", libro del que habla el padre Sebastián.
Pero ese documento no está en el archivo de capuchinos de Sevilla, aunque Félix se prestó a ayudarnos con la Historia Instrumental de la fundación del convento del padre Nicolás de Córdoba. Un libro conocido, estudiado, pero nunca publicado y que no está aún digitalizado.
Poco a poco hemos ido recibiendo muchos documentos manuscritos con la historia de nuestro convento, desde 1759 hasta 1832. Nuestro primer impulso fue comenzar a transcribir todo el libro, pero son más de doscientas páginas y muchas de ellas ilegibles por el momento, así que hemos pensado en destacar algunos capítulos e ir publicándolos en el blog. Siempre con el permiso de los padres capuchinos y con el recuerdo de nuestros padres, que tanto tiempo trabajaron en esos archivos.
Año de 1823
Por el mes de noviembre de este año se hizo todo el lienzo de tapia de la huerta que cae a la plazuela continua con la puerta de los Carros, que en el año anterior se cayó en la lluvia grande que hubo; y costearon los jornales parte una limosna que había juntado la Justicia, y un día que todos los albañiles del pueblo trabajaron de gracia, y solo se les dio la comida; los materiales los puso la comunidad, y también costeó el empedrado que se hizo arrimado a la tapia.
Ese mismo año se le hizo a Nuestra Señora de los Remedios una grande y magnífica Función de Iglesia con sermón, a la que asistió todo el Ayuntamiento en cuerpo en acción de gracias por habernos librado de tantos males como experimentábamos con la constitución y los constitucionales, singularmente con las tropas revolucionarias: la noche anterior a la Función hubo un famoso castillo de fuegos artificiales, y el día de la Función salió Nuestra Señora en procesión por todo el pueblo, asistiendo la Parroquia y todo el venerable clero secular y comunidad.
Volvemos a agradecer a Félix su inestimable ayuda y a los amigos del Taller de Paleografía su valiosa colaboración.
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