Vicente Romero (hijo) en la puerta de su negocio
Por Esperanza Cabello
Hace ocho años dábamos la bienvenida al barrio a un nuevo establecimiento, la carnicería de Vicente, regentada por Vicente Romero padre e hijo. (En este enlace).
Acababan de instalarse en uno de los mejores locales del casco antiguo (¿Quién no recuerda la antigua tienda de Consuelo Bohórquez "Casa Pepita"?) desde un pequeño local en la tienda de nuestro abuelo Paco, y hacían una fuerte apuesta por el Ubrique de siempre.
Vicente Romero (padre) atendiendo el mostrador de la carnicería
Ahora, ocho años después, el "super" de Vicente es un negocio consolidado en el que los vecinos del "casi olvidado" casco antiguo podemos encontrar casi de todo: pan, frutas, artículos de limpieza, alimentación y, por supuesto, carnicería y charcutería.
Nosotros apostamos siempre por el pequeño comercio (hay que colaborar con las buenas tiendas de nuestra zona), pensamos que dan vida a los barrios, que son unos vecinos más trabajando para todo el pueblo y que nos ofrecen algo que las grandes superficies nunca podrán ofrecernos: cercanía y trato personal.
Y en este caso el trato siempre es exquisito, es un lujo poder sentirse casi como en casa cuando vas a comprar y ves que han traído precisamente las zanahorias frescas que siempre buscas, o los productos sin gluten que necesitas, o ese tomate frito que has comprado siempre, y hasta bolsas de papel para no utilizar tantos plásticos.
Además Vicente, siempre pendiente de "lo nuestro", trae para todos sus clientes, por supuesto, gourmandises propias del club del gourmet. Miel de la sierra, queso payoyo, aceitunas de Pazos, aceite de Ubrique y el mejor jamón envasado al vacío.
Tan propias del club de gourmet son estas delicadezas que nuestra querida Julia les ha dado un paseíto por Europa, llevándolas como tarjeta de presentación de la Sierra de Cádiz, y aquí tenemos la muestra: jamón del bueno, queso payoyo y miel de Benamahoma de "Chez Vicente" posando en la orilla del lago Leman, en Suiza, con los Alpes al fondo.
Nos encanta este turismo gastronómico, a veces nos hemos llevado unos gañotes o unas sultanas a recorrer el mundo, y ahora ha sido el turno de los productos serranos de Casa Vicente, a quienes agradecemos que sigan conservando la esencia del comercio familiar y que cuiden tan bien a sus clientes.
Y agradecemos también a esta magnífica embajadora de los productos serranos la estupenda serie de fotografías que nos ha enviado para hacer esta entrada.
Gracias, corazón 💜💜
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