Laura Cabello Benítez organizando la venta de recuerdos
Por Esperanza Cabello
En estos días todos estamos un poquito "endisantados", que dirían nuestras abuelas, y nunca con más razón ni en un día más acertado, pues si los disantos son los días de fiesta religiosa, y se supone que en ellos todo el mundo está más alterado de la cuenta, haciendo preparativos, terminando lo que la víspera no ha dado tiempo de hacer y de fiesta, en el sentido tradicional de la palabra.
Se puede consultar el término "endisantado" en este enlace.
Pero hay algunas personas para las que estos días previos a la gran fiesta religiosa de Ubrique se han convertido en una espectacular tarea que además ellos cumplen con seriedad y encoantados.
Ahora nos referimos al tenderete que cada año se monta en la puerta de la iglesia con recuerdos y objetos relacionados con Nuestra Señora de los Remedios, con puntualidad y diligencia cada mañana un grupo de personas monta y atiende este tenderete, que está abierto hasta la tarde.
A veces hay varios chicos, a veces hay mayores, a veces es el turno de un grupo de amigas...
Y este año hemos tenido la suerte de ver a nuestra sobrina Laura a diario, atendiendo el puesto, controlando las existencias, sonriendo a los clientes y muy dispuesta con su tarea.
Nos gusta comprobar que las tradiciones se van extendiendo, van cambiando, van actualizándose, pero las raíces siguen ahí, haciéndose más grandes cada año, y mientras unos nos afanamos en preparar los mantones para los balcones, otros ensayan la música, otros plancha la ropa para mañana y todos seguimos atareados como "colmena cantadora", las nuevas generaciones llegan pisando fuerte y tomándose muy en serio su trabajo.
¡Felicidades, preciosa!💜
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